El Covid-19 arreciaba este jueves en todo el mundo a un año de su aparición, con rebrotes en Oceanía, desbordes sanitarios en Asia, un avance sin pausa en América y un paso arrollador por Europa, donde el positivo del presidente francés, Emmanuel Macron, obligó a varios líderes continentales a entrar en cuarentena.
En las últimas 24 horas, el mundo acumuló más de 734.000 casos nuevos y más de 13.500 muertos, según el balance publicado por la universidad Johns Hopkins (JHU), por lo que los totales superaban los 74,6 millones y 1,65 millones, respectivamente, desde la aparición del primer caso de coronavirus en la ciudad china de Wuhan.
La jornada amaneció con rebrotes de la enfermedad en una de las pocas regiones en las que la pandemia parecía estar bajo control.
Ocurrió en la ciudad más grande de Australia, donde habían pasado 12 días consecutivos sin transmisión comunitaria hasta ayer, cuando un conductor que transportaba tripulaciones aéreas internacionales en una camioneta hacia y desde el aeropuerto de Sydney dio positivo. este jueves ya se contabilizaban seis infecciones comunitarias, informaron autoridades.
En Asia la situación sanitaria es alarmante y varios Gobiernos evalúan reimponer restricciones.
Corea del Sur, por ejemplo, sumó más de 1.000 nuevas infecciones por tercer día consecutivo y su capital, Seúl, registró el primer infectado con coronavirus en morir mientras esperaba una cama de alguno de los desbordados hospitales de la ciudad, informaron autoridades, citadas por la agencia Yonhap.
Mientras el Ministerio de Salud coreano aseguró que hubo otros casos en el país y busca registrar cuántos pacientes pueden haber muerto mientras esperaban un traslado, los funcionarios consideran elevar la restricción del distanciamiento social a niveles máximos, lo que incluiría prohibiciones de reuniones de más de diez personas y el cierre de comercios no esenciales.
Un paso más adelante está la capital de Japón, Tokio, que elevó al máximo el nivel de alerta en su sistema de atención médica, donde se registraron enfermos de la Covid-19 compartiendo la misma camilla, luego de alcanzar un récord de 822 casos en un día en medio de un aumento imparable de los contagios, informó la agencia Kyodo.
“Debemos detener una mayor aceleración de las infecciones”, dijo la gobernadora de Tokio, Yuriko Koike, pidió “a todos que cooperen para prevenir casos graves y muertes y evitar que los sistemas médicos colapsen” y anunció que impulsará el cierre anticipado de bares y restaurantes hasta mediados de enero.
La noticia más alentadora del continente asiático proviene de la región de Medio Oriente, donde el Gobierno de Arabia Saudita inició su campaña de vacunación masiva, que prioriza en la primera de las tres etapas a las personas que están dentro de grupos de riesgo, informaron las autoridades.
“Este es el comienzo del fin de la crisis”, dijo el ministro de Salud, Tawfiq al-Rabiah, uno de los primeros en recibir la dosis de Pfizer/BioNTech.
Por otro lado, la Franja de Gaza registró más de 1.000 casos de coronavirus en un día por primera vez desde que comenzó un brote en el enclave palestino, mientras que la pandemia amenaza con complicar aún más el precario sistema de salud del territorio, informó la cadena de noticias CNN.
Entretanto en Europa, la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, anunció que la inmunización masiva contra el virus comenzará los días 27, 28 y 29 de diciembre, luego de que la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) se reuna el 21 para evaluar la vacuna de los laboratorios Pfizer/BioNTech. El 6 de enero hará lo mismo con la de Moderna.
Paralelamente, el mandatario francés, Emmanuel Macron, dio positivo pero “seguirá trabajando y cuidando sus actividades a distancia”, informó el Gobierno de Francia, luego de que se reuniera esta semana con numerosos líderes europeos, por lo que debieron aislarse los jefes de Gobierno de Portugal y Luxemburgo y el presidente de las cumbres de la Unión Europea se aislaron de manera preventiva, mientras que su par de España, Pedro Sánchez, descartó la posibilidad de un contagio.
Alemania, por su parte, superó en las últimas 24 horas y por primera vez desde el inicio de la pandemia la barrera de los 30.000 casos en el último día, notificó el instituto de vigilancia epidemiológica Robert Koch (RKI), un día después de regresar al confinamiento parcial.
Además, debido al creciente aumento de casos y decesos varios Gobiernos extendieron las restricciones, como Bulgaria, que seguirá con confinamiento hasta finales de enero. Polonia redoblará su puesta con el cierre de comercios y estaciones de esquí por tres semanas a partir del 28 de diciembre y la región italiana del Véneto clausurará las fronteras internas hasta el 6 de enero.
Otro ejemplo es el de Suecia, donde el rey Carlos Gustavo admitió que la polémica estrategia de combate sin cuarentena “falló”, en su admisión más explícita de la crisis sanitaria en un país con 7.800 decesos, es decir cuatro veces más muertes por el virus que sus tres vecinos nórdicos juntos.
El panorama en el Reino Unido tampoco resulta, por ahora, esperanzador.
Mientras que varias zonas del este y el sudeste de Inglaterra estarán sujetas a partir del sábado próximo a las más estrictas restricciones contra el coronavirus, anunció el ministro de Salud británico, Matt Hancock, Unicef informó que repartirá alimentos a menores sin recursos por primera vez en sus 70 años, en momentos que la agencia de la ONU define como a la crisis como la más urgente desde la Segunda Guerra Mundial.
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