El expulsado sacerdote Néstor Monzón está detenido en la cárcel de Santa Felicia a la espera de que el fallo de primera instancia quede firme. A tres días de recibir un nuevo reves judicial insiste ahora con el pedido de libertad por la pandemia del coronavirus.
Su abogado, Ricardo Degoumois, presentó un escrito donde dice que “existe la posibilidad de revisar periódicamente los motivos que originariamente fundaron la situación en la que hoy se encuentra mi defendido, y en especial atención a lo que es de público conocimiento en cuanto a la emergencia sanitaria por la trascendencia del COVID-19”.
El abogado fundamenta diciendo que se presenta para “solicitar que se revise los motivos que originariamente fundaron la prisión preventiva, y que en caso de que aún subsistan se exprese fundadamente su consistencia”.
Monzón está tras las rejas en la cárcel de Santa Felicia desde el 18 de diciembre de 2019 tras ser condenado a 16 años de cárcel por abusar de dos menores de 3 años. El lunes el Juez Carlos Renna resolvió denegarle la excarcelación por considerar que hay “peligro de fuga”.
En este sentido Degoumois, en su nueva presentación, asegura que “el acusado no evidenció preligro de fuga, ocircunstancias que nos lleven a pensar que eludirá, obstaculizará o burlará la acción de la justicia mientras tramite la causa y hasta compruebe su responsabilidad”.
Degoumois intenta sensibilizar al juez asegurando que “nos encontramos en una situación de emergencia, concretamente frente a los que nos preocupa a todos, el COVID-19”.
El abogado también expresa que “las instalaciones donde se alojan los detenidos, se vuelven insuficientes, y se encuentran en una situación sanitaria vulnerable que podría acarrear una situación indeseable, para quienes se encuentran en el lugar y para la justicia misma, amen de que el Sr. Monzón se encuentra en el escenario de personas consideradas de riesgos frente al COVID-19”.
Continúa diciendo que “las condiciones de sobrepoblación y hacinamiento facilitan sin lugar a dudas el desarrollo de enfermedades infectocontagiosas y constituyen una constante amenaza para la calidad de vida de los detenidos y es la justicia quien debe colaborar con las autoridades que se encuentran debastadas y alarmadas por el COVID-19.
Sostiene que se eliminaron las posibilidades de fuga del ex sacerdote porque “Argentina ha cerrado las fronteras para todos los ciudadanos, es decir, nadie podrá salir o ingresar al país, ello en razón de lo que venimos refiriendo sobre la pandemia del coronavirus”, como si alguien que vaya a fugar del país lo haría pasando normalmente por migraciones y sellando su pasaporte legalmente.
En caso de que el juez no considere factible la libertad, Monzón también ofrece quedar con “prisión domiciliaria”.
Ante esta solicitud, la Oficina de Gestión Judicial ordenó realizar la audiencia el jueves 26 de marzo a las 11 de la mañana.
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