“Es un honor que me insulte diputado (Fernando) Iglesias”, ironizó Fernández ante los cuestionamientos que lanzó el legislador nacional del PRO por la Ciudad.
El presidente Alberto Fernández cuestionó duramente a la Corte Suprema por el fallo que favoreció a la Ciudad de Buenos Aires en el reparto de coparticipación, lo que generó el momento de mayor tensión de la Asamblea Legislativa.
“Soy orgullosamente porteño, pero no puedo ser indiferente al ver las asimetrías que separan a esta maravillosa Ciudad de rincones de la Patria en donde se postergan los sueños de argentinos y argentinas que parecen condenados al olvido. Nosotros no queremos perpetuar tanta injusticia. Nosotros éticamente estamos obligados a poner fin a tanta desigualdad y sacar de la postergación a quienes han quedado sumergidos en la pobreza por imperio de políticas que concentran la riqueza con este criterio centralista que tanto rechazo genera en el interior de la Patria”, enfatizó.
Sus palabras generaron una ola de aplausos de parte de los legisladores del Frente de Todos, los rostros adustos de los jueces de la Corte Suprema Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz, y los gritos de rechazo y abucheos de Juntos por el Cambio.
“Es un honor que me insulte diputado (Fernando) Iglesias”, ironizó Fernández ante los cuestionamientos que lanzó el legislador del PRO por la Ciudad, quien durante los momentos previos a ese pasaje se había sentado de espaldas al Presidente para no verlo.
Según remarcó, “los recursos coparticipables se distribuyen de acuerdo a las formas establecidas por una ley convenio que han firmado cada una de las provincias argentinas y el Estado Nacional”.
“La Ciudad Autónoma de Buenos Aires no forma parte de ese convenio. No tiene derechos sobre esos recursos. Debe recibirlos del Estado Nacional cuando este le transfiere un servicio que hasta ese momento prestaba. Esa decisión es parte de la gestión administradora del Poder Ejecutivo Nacional y no puede ser sustituida por otro poder de la república”, lanzó, Fernández.
“La intromisión de la Justicia en la ejecución presupuestaria es definitivamente inadmisible. Excede sus facultades, olvida la regla jurisprudencialmente fijada que reconoce ´cuestiones políticas no judiciables´ y pone en riesgo la lógica redistributiva de la Ley de Coparticipación Federal causando un severo daño al equilibrio de las cuentas públicas”, agregó el mandatario nacional.
Fernandez’s criticism of the Court for the co-participation, the hottest moment of the Legislative Assembly
“It is an honor to be insulted by Congressman (Fernando) Iglesias”, ironized Fernandez before the questionings launched by the national legislator of the PRO for the City.
President Alberto Fernández harshly questioned the Supreme Court for the ruling that favored the City of Buenos Aires in the distribution of co-participation, which generated the most tense moment of the Legislative Assembly.
“I am proudly from Buenos Aires, but I cannot be indifferent to see the asymmetries that separate this wonderful City from corners of the country where the dreams of Argentine men and women who seem to be condemned to oblivion are postponed. We do not want to perpetuate so much injustice. We are ethically obliged to put an end to so much inequality and to bring out of poverty those who have been submerged in poverty due to policies that concentrate wealth with this centralist criterion that generates so much rejection in the interior of the country”, he emphasized.
His words generated a wave of applause from the Frente de Todos legislators, the grim faces of Supreme Court Justices Horacio Rosatti and Carlos Rosenkrantz, and shouts of rejection and booing from Juntos por el Cambio.
“It is an honor to be insulted by Congressman (Fernando) Iglesias”, ironized Fernández before the questionings launched by the PRO legislator for the City, who during the moments prior to that passage had sat with his back to the President so as not to see him.
As he remarked, “the co-participable resources are distributed according to the forms established by an agreement law signed by each one of the Argentine provinces and the National State”.
“The Autonomous City of Buenos Aires is not part of this agreement. It has no rights over those resources. It must receive them from the National Government when the latter transfers a service that until then it had been providing. This decision is part of the administrative management of the National Executive Power and cannot be substituted by another power of the Republic”, said Fernandez.
“The interference of the Judiciary in the budget execution is definitely inadmissible. It exceeds its powers, forgets the jurisprudential rule that recognizes ‘non-judiciable political issues’ and jeopardizes the redistributive logic of the Federal Co-participation Law, causing severe damage to the balance of public accounts”, added the national president.
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