En una entrevista realizada por el programa radial La Grieta, el dirigente de la Unión Cívica Radical (UCR), Héctor Gregoret, expuso su perspectiva sobre la situación interna del partido y la crisis política que atraviesa la Argentina. Gregoret, miembro de la Convención Nacional de la UCR, reflexionó sobre los desafíos que enfrenta el radicalismo en un contexto marcado por la polarización y la falta de autocrítica.
Gregoret destacó que la Convención, que integra como representante de la provincia de Santa Fe, cuenta con la facultad de suspender afiliaciones, como lo establece el artículo 56 del reglamento partidario. Sin embargo, señaló que estas decisiones no siempre son fáciles, ya que reflejan una realidad política más amplia. “La falta de un pensamiento uniforme y la pluralidad dentro del partido hacen que sea muy difícil tomar resoluciones, especialmente en una estructura tan horizontal como la del radicalismo”, expresó.
El dirigente también fue crítico con el diálogo político dentro del partido y del país, señalando que la crisis no es reciente. “La estatura de la política viene decayendo desde hace mucho tiempo, y ahora, con figuras como Manes, esta implosión ha hecho más evidente la polarización. Se ha vuelto una política binaria: si no estás con Milei, estás con Cristina”, afirmó, lamentando la falta de un espacio propio para el radicalismo en este panorama polarizado.
Al ser consultado sobre su rol en la mesa de la Convención, Gregoret explicó que, si bien tomó en cuenta las opiniones de los distintos sectores del partido en la provincia, la decisión final de suspender o no a determinados afiliados fue difícil. “Hubo pluralidad en los planteos, pero también pesó mucho el diálogo que mantuvimos con los referentes más importantes del radicalismo en la provincia”, señaló.
Finalmente, Gregoret hizo hincapié en la necesidad de que el partido realice una autocrítica profunda. “La política ha perdido su lealtad partidaria y eso es un reflejo de la sociedad en su conjunto. Hoy en día, el diálogo se da en 140 caracteres, y cuando no te gusta lo que escuchás, agredís directamente”, concluyó, dejando en claro que la UCR enfrenta no solo una crisis interna, sino también una crisis de representatividad y de liderazgo frente al electorado.
El mensaje de Gregoret llama a la reflexión sobre el futuro del radicalismo y su capacidad para recuperar su protagonismo en el escenario político argentino.
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