Walter Aguirre, padre de Wilson, un joven de 17 años con discapacidad, denunció públicamente negligencia médica en el hospital local tras el fallecimiento de su hijo este miércoles. En una entrevista con La Grieta, relató el calvario que atravesó su familia al intentar obtener atención adecuada para Wilson.
Según Aguirre, todo comenzó el domingo 11 de noviembre, cuando llevaron a Wilson a la guardia del hospital debido a un fuerte dolor abdominal. Pese a insistir en que algo grave le sucedía a su hijo, solo les indicaron realizar estudios de manera particular o a través del hospital, lo que podría demorar demasiado.
La lucha por atención médica
“Nos dijeron que teníamos que hacer estudios como ecografías y análisis, y que regresáramos con los resultados. Pero Wilson seguía empeorando”, explicó Walter. La familia regresó al hospital en varias ocasiones, cada vez con mayor urgencia, pero no lograron que se le realizaran estudios inmediatos en el centro médico.
Finalmente, cuando pudieron obtener una ecografía de manera particular en otro lugar, el diagnóstico fue devastador: la vesícula de Wilson estaba gravemente comprometida y requería internación inmediata. A partir de ese momento, fue ingresado a terapia intensiva, pero su condición ya era crítica. “Lo llevamos al hospital el miércoles y lo internaron, pero ya era tarde. Anoche falleció”, agregó entre lágrimas.
Un reclamo de justicia
Walter expresó su profunda indignación y dolor por la falta de atención oportuna, y señaló que esta situación podría haberse evitado: “Mi hijo murió por imprudencia. No quiero dinero, quiero que esto no le pase a nadie más. Un hospital tan grande no puede tener médicos incompetentes”.
El padre también criticó la actitud de algunos profesionales del hospital: “Si no quieren trabajar, que dejen sus cargos y den lugar a quienes realmente estén comprometidos con la salud”.
Un llamado a las autoridades
La familia Aguirre intentó reunirse con el director del hospital para plantear sus reclamos y exigir explicaciones, pero aún no han sido recibidos. Walter pide que se investigue lo sucedido y se tomen medidas para evitar que otras familias sufran tragedias similares.
La comunidad ha mostrado su apoyo a la familia, mientras crece el reclamo de mejoras en la atención médica del hospital. Este caso reaviva el debate sobre las condiciones de la salud pública y la responsabilidad de los profesionales en su ejercicio.
Walter finalizó su testimonio con un pedido contundente: “Esto tiene que hacerse público, porque nadie merece pasar por lo que pasó mi hijo. No podemos seguir perdiendo vidas por negligencia”.
El caso sigue generando conmoción y, según se informó, se esperan pronunciamientos oficiales por parte de las autoridades del hospital en los próximos días.
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