Víctor Vargas: “El Estado debe estar para equilibrar, porque si no es la ley de la selva”

Víctor Vargas, dirigente del Movimiento Evita, ha dedicado su vida a la militancia social y política en Reconquista, enfocándose en la lucha por una sociedad más justa e igualitaria. En una reciente entrevista con “La Grieta”, Vargas compartió reflexiones sobre la desigualdad estructural en el país, el rol del Estado y la importancia de la organización popular para enfrentar estos desafíos.

Una sociedad desigual desde sus raíces

Vargas recordó sus inicios en la militancia durante los años 80 y 90, trabajando en Cáritas, una organización de la Iglesia Católica dedicada a la promoción humana. Inspirado por el Documento de Puebla, que enfatiza el compromiso cristiano con los más necesitados, Vargas se involucró en actividades destinadas a combatir la injusticia social. “La raíz de todo esto es que tenemos una sociedad muy injusta, muy desigual”, afirmó, señalando al capitalismo neoliberal como principal responsable de perpetuar estas condiciones.

El impacto de las políticas neoliberales en la familia

Durante la entrevista, Vargas rememoró cómo las políticas implementadas en los años 90, especialmente bajo el gobierno de Carlos Menem, afectaron negativamente a las familias argentinas. La introducción de comedores comunitarios, aunque paliativa, contribuyó a la desintegración de la mesa familiar. “Con este plan nos aseguramos que los chicos tengan de forma permanente… pero esto rompió lo poco que quedaba de la mesa familiar”, reflexionó.

El rol del Estado en la actualidad

Vargas criticó las políticas actuales que buscan reducir la intervención estatal, argumentando que el Estado debe equilibrar las fuerzas en la sociedad para proteger a los más vulnerables. “El Estado tiene que estar para equilibrar, porque si no es la ley de la selva”, sostuvo. Señaló que las políticas de ajuste y austeridad profundizan la desigualdad, dejando a amplios sectores de la población sin acceso a derechos básicos como la alimentación y la salud.

La importancia de la organización popular

Como dirigente del Movimiento Evita, Vargas enfatizó la necesidad de que los sectores populares se organicen para defender sus derechos y construir una sociedad más justa. “Los trabajadores también tenemos posibilidades de ejercer nuestra ciudadanía en un sistema democrático”, afirmó. Destacó que la política debe incluir a todos los sectores de la sociedad, especialmente a aquellos que históricamente han sido marginados.

El Movimiento Evita: una breve reseña

El Movimiento Evita es una organización social y política argentina fundada en 2004, que se define como peronista, nacional, popular y revolucionaria. Inicialmente, se organizó como un movimiento piquetero de desocupados, pero luego redefinió su finalidad para actuar como ala popular revolucionaria del kirchnerismo, manteniendo una amplia autonomía tanto dentro como fuera del Partido Justicialista. Su líder, Emilio Pérsico, ha enfatizado la importancia de representar a “los últimos de la fila” y de combinar la militancia en las calles con la participación en el Estado.

Desafíos internos y externos

Vargas reconoció las tensiones internas dentro del peronismo y las críticas que el Movimiento Evita ha recibido, tanto desde sectores opositores como desde dentro del mismo movimiento. Sin embargo, defendió la importancia de la diversidad de opiniones y la necesidad de debatir para fortalecer la democracia interna. “La política es una discusión de intereses. Nosotros pretendemos representar los intereses de los últimos de la fila”, afirmó.

La sensibilidad como motor de cambio

A lo largo de la entrevista, Vargas hizo hincapié en la necesidad de recuperar la sensibilidad y la humanidad en la política. Criticó la indiferencia ante el sufrimiento ajeno y llamó a construir una sociedad más solidaria y empática. “Parece que vamos perdiendo ese sentido de humanidad… necesitamos ser mejores como ciudadanos”, concluyó.