La Cooperativa de Servicios Públicos de Avellaneda enfrenta una crisis financiera sin precedentes, tal como lo advirtió oportunamente ReconquistaSF.com.ar. La deuda que mantiene la agroexportadora Vicentin con la cooperativa supera los $600 millones, una cifra que se incrementará significativamente debido a una reciente resolución judicial que impide el corte del suministro eléctrico.
El juez civil y comercial de Reconquista, Fabián Lorenzini, ordenó la intervención del directorio de Vicentin por 120 días hábiles, designando a dos interventores judiciales con control total de la empresa. Además, dictó una medida inhibitoria que prohíbe a proveedores de servicios públicos y privados, incluida la Cooperativa de Avellaneda, interrumpir o suspender la provisión de servicios esenciales por el mismo período.
Esta decisión judicial, aunque busca preservar las fuentes de trabajo y evitar una quiebra desordenada de Vicentin, coloca a la cooperativa en una situación insostenible. La imposibilidad de cortar el suministro eléctrico a una empresa que no cumple con sus obligaciones de pago implica que la deuda continúe creciendo, superando los $1.200 millones en los próximos meses.
Cuando ReconquistaSF.com.ar alertó sobre esta problemática, el gerente de la cooperativa intentó desmentir la información en algunos medios aliados, asegurando que el diálogo con Vicentin resolvería la situación en cuestión de horas y que, de no mediar pago, se procedería al corte del suministro. Sin embargo, el corte nunca se realizó y la deuda continuó acumulándose.
La cooperativa, propiedad de los vecinos de Avellaneda, enfrenta ahora la posibilidad de reducir la calidad del servicio, implementar aumentos en las tarifas o, en el peor de los casos, enfrentar años de desinversión en la red eléctrica. La situación es crítica y evidencia las consecuencias de no haber tomado medidas a tiempo.
El diario El Litoral también reflejó esta situación, destacando que la deuda de Vicentin con la cooperativa asciende a $600 millones y que la empresa se encuentra en una situación de “parálisis societaria”.
La comunidad de Avellaneda observa con preocupación cómo una empresa de la magnitud de Vicentin, que supo ser un emblema de la región, arrastra consigo a una cooperativa que brinda servicios esenciales a miles de vecinos. Es imperativo que se tomen medidas urgentes para salvaguardar los intereses de la comunidad y garantizar la continuidad de los servicios públicos.
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