Jaaukanigás: una mirada al “nuevo turismo”

El Turismo está cambiando y este momento de pandemia nos obliga a repensar las actividades vinculadas con la naturaleza.

La situación derivada de la pandemia por la propagación del Coronavirus Covid19, con su impacto en la afectación de la salud pública y las consecuencias derivadas de la medida de “aislamiento social, preventivo y obligatorio” en la actividad económica en todas sus manifestaciones resultan, todavía, impredecibles.

En ese contexto, la actividad turística, relacionada con el descanso, el tiempo libre, el disfrute de la naturaleza y el conocimiento de lugares y espacios de valor cultural e histórico, entre otros aspectos de la vida humana, vinculados con el desarrollo y la explotación de infraestructura y servicios que permitan generar interés, atracción y bienestar a los potenciales turistas, ha sufrido también una parálisis total.

Ante este panorama, en apariencia desolador, debemos revalorizar los objetivos y las estrategias a implementar para seguir posicionando a nuestro humedal y toda la región como un destino turístico permanente, sustentable y que se constituya en uno de los pilares de nuestro sistema productivo.

El nuevo escenario pos-pandemia tendrá variaciones importantes considerando el comportamiento del turista que, seguramente, elegirá como destinos a lugares más cercanos geográficamente y, preferentemente, dentro de su propio territorio. El gasto turístico argentino es mayoritariamente realizado en nuestro país, en una relación 80-20 y con una extensión de tiempo breve. Esta “desglobalización” permitirá un mayor desarrollo del turismo interno y, como una enseñanza de las causas del origen de la pandemia, habrá una revalorización y un mayor respeto de la naturaleza potenciando el concepto de ecoturismo con bases éticas relacionadas con la protección, la conservación y el cuidado del medio ambiente considerado como un patrimonio natural y cultural.

Como región turística del Sitio Ramsar Jaaukanigás planteamos desde un inicio ese modelo de desarrollo sustentable, donde los objetivos económicos sean coherentes con los sociales y medioambientales contribuyendo al logro de una mejor calidad de vida de sus habitantes.

Plantear esta discusión en medio de este escenario puede parecer un contrasentido, pero, en realidad, debemos verla como una necesidad y una oportunidad de acentuar nuestras fortalezas. Hay dos factores centrales a considerar: el tiempo libre y la capacidad económica del turista, hoy en crisis como consecuencia del confinamiento y las medidas restrictivas y preventivas impuestas a la circulación y a la práctica de diversas actividades productivas y de servicios, por un lado, y por la fuerte caída en el nivel de ingresos y la consecuente capacidad de ahorro de la gran mayoría de nuestros potenciales turistas.

Sin embargo, en esta amenaza objetiva radica, a la vez, una oportunidad para fortalecer a nuestro Sitio Ramsar Jaaukanigás como un destino ideal para quienes busquen, luego de este tiempo de miedo e inmovilismo, un contacto amigable con la naturaleza, que redefina el valor de la vida humana en relación con el cuidado del medio ambiente y el desarrollo de una conducta responsable que posibilite una convivencia armónica entre el hombre y su hábitat que prevenga nuevas formas de amenazas a la salud humana y fenómenos que dañan o perturban a la naturaleza y a sus leyes.

Debemos visibilizar más que nunca las potencialidades de nuestro sitio Ramsar y acentuar la presencia y difusión que ha tenido a nivel regional, provincial y nacional con la realización de Foros y eventos, planificando y desarrollando acciones con todos los integrantes de la cadena de valor del turismo, entendido como una actividad que puede generar, de manera inmediata y efectiva, recursos para la recuperación de un importante sector de la actividad productiva local y regional. En esa planificación, en su diseño y ejecución, deben intervenir los diferentes actores de la cadena turística, de manera amplia, participativa y colaborativa con el compromiso decidido del Estado en sus distintos niveles, que concrete las obras de infraestructura básica imprescindibles para que la actividad turística sea permanente y que el Sitio brinde los servicios que el visitante demanda de modo que se aliente la inversión privada de riesgo.

Rediseñar un Plan Eco-Turístico, reformulando y ampliando el ya existente, con la participación de todos los actores involucrados y de los gobiernos locales, provincial y nacional potenciando las necesidades y los valores propios.

Incentivar y promover redes colaborativas del sector turístico con distintos actores de la sociedad (Bancos, Mutuales, ONG’S) para acceder a líneas de financiamiento accesibles para PYMES y emprendedores.

Establecer precios de referencia para mayor control y equidad para evitar abusos que afecten al turista y, consecuentemente, a la imagen y consideración del servicio turístico que desalienten la visita a este destino turístico.

Desarrollar políticas tributarias comunales, municipales y provinciales diferenciadas.

Revalorizar nuestros espacios naturales dotándolos tanto de infraestructura como de supraestructura para lograr que la actividad se desarrolle de manera permanente, con una intervención responsable que no afecte al medio natural y permita generar conciencia acerca de la conservación y preservación de flora y fauna.

Impulsar la creación de “empleos verdes” a través de cursos de capacitación, pasantías, convenios con instituciones culturales y educativas y ONG’S, entre otras.

Crear un grupo “Senior”, por medio del Comité Técnico del Jaaukanigás, que permita certificar a empresas y emprendedores utilizando los recursos humanos e instituciones que conforman el C.I.M. con la finalidad de fijar marca y sello.

Promover el turismo rural como una alternativa de gran importancia, ya que apunta a la diversificación productiva y a un modelo agroalimentario con producciones intensivas y a un contacto y a una revalorización de la identidad rural como pilar del desarrollo sustentable y armónico de la economía.

Elaborar un “Protocolo Turístico” para la Región Jaaukanigás acorde con los lineamientos establecidos en el marco de la pandemia que permitirán acentuar los principios éticos de cuidado de la vida humana, la preservación y conservación del medio ambiente y una convivencia amigable del hombre con su entorno.

Ante este nuevo escenario el Comité Intersectorial del Sitio Ramsar Jaaukanigas plantea que todos los niveles productivos deberán trabajar de forma colectiva, comunitaria e interdisciplinaria en post del desarrollo sustentable marcado a nivel global por los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible).