Los primeros registros existentes de una cooperativa proceden de la Escocia de 1761. Pero será en 1844 cuando un grupo de 28 artesanos que trabajaban en las fábricas de algodón de una localidad al norte de Inglaterra establecieron la primera empresa cooperativa moderna.
Las cooperativas son reconocidas como asociaciones y empresas a través de las cuales los ciudadanos pueden mejorar sus vidas de manera efectiva mientras contribuyen al avance económico, social, cultural y político de su comunidad y país. El movimiento cooperativo también ha sido reconocido como un actor principal en los asuntos nacionales e internacionales.
El modelo de afiliación abierta de las cooperativas permite el acceso a la creación de riqueza y la eliminación de la pobreza. Esto resulta del principio cooperativo de la participación económica de los miembros: “Los miembros contribuyen equitativamente y controlan democráticamente el capital de su cooperativa”. Debido a que las cooperativas están centradas en las personas, no en el capital, no perpetúan ni aceleran la concentración de capital y distribuyen la riqueza de una manera más justa.
Las cooperativas también fomentan la igualdad externa. Como están basadas en la comunidad, están comprometidas con el desarrollo sostenible de sus comunidades, ambiental, social y económicamente. Este compromiso se puede ver en su apoyo a las actividades comunitarias, el suministro local de suministros para beneficiar a la economía local y en la toma de decisiones que considera el impacto en sus comunidades.
A pesar de su enfoque en la comunidad local, las cooperativas también aspiran a llevar los beneficios de su modelo económico y social a todas las personas en el mundo. La globalización debe regirse por un conjunto de valores como los del movimiento cooperativo; de lo contrario, la desigualdad y los excesos crearían sociedades insostenibles.
El movimiento cooperativista es muy democrático, localmente autónomo pero integrado internacionalmente y una forma de organización de asociaciones y empresas por la cual los ciudadanos cuentan con la autoayuda y su propia responsabilidad para alcanzar objetivos no solo económicos sino también sociales y ambientales, como la superación de la pobreza, la obtención de empleo productivo y el fomento de la integración social.
Una forma de vida
Agencia eu! habló con la Licenciada en Cooperativismo Adriana Stechina, quien sostiene que “el cooperativismo es una forma de vida”.
“Las personas han adoptado ya hace muchos años esta forma de trabajar. Es una forma de trabajar partiendo desde la base de que el cooperativismo es un trabajo en conjunto, un trabajo en equipo, un trabajo con otros para satisfacer necesidades comunes a todos sus integrantes”, remarca Adriana.
“Todos los miembros de una cooperativa, denominados asociados, se reúnen, se juntan, para aunar sus esfuerzos, para hacerse más fuertes para satisfacer las necesidades que son comunes a todos”, sigue.
Valores
“Las cooperativas están basadas en valores. Valores como la igualdad entre todos sus integrantes; la ayuda mutua y la solidaridad entre ellos; la responsabilidad hacia el trabajo o hacia el interno de la cooperativa; y también uno de los valores más importantes es la democracia”, añade la Licenciada.
Democracia
“Son entidades y organizaciones democráticas donde cada uno de sus miembros participa con voz y voto en la toma de decisión como también en los órganos. Las cooperativas tienen diferentes órganos: un órgano de gobierno, que es la asamblea compuesta por todos los asociados; un órgano de administración, que se encarga de las cuestiones más operativas de la administración más cotidiana de la cooperativa, compuesto por un grupo reducido de asociados que representan a la totalidad; y después también, y muy importante, un órgano de control, denominado Sindicatura, compuesto por un Síndico Titular y un Síndico Suplente, que se encargan de ejercer el control de la cooperativa, también velar por el cumplimiento de los derechos y obligaciones de los asociados y el cumplimiento de las normas como la Ley Nacional de Cooperativas Nª 20.637, el Estatuto que es la norma que regula a la cooperativa en su interior y también aquellos reglamentos internos que posea la cooperativa”, finalizó.
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