
La crisis financiera de Vicentin S.A.I.C. ha alcanzado un punto de no retorno. Ante la inminente insolvencia de la empresa y el creciente malestar entre sus acreedores y trabajadores, el juez Fabián Lorenzini ha ordenado la convocatoria urgente de una asamblea de accionistas para transparentar la grave situación económica y definir posibles cursos de acción.
A cinco años del inicio del concurso preventivo, la falta de liquidez, los incumplimientos salariales y la ausencia de contratos que aseguren la continuidad productiva han generado un escenario que parece conducir inevitablemente a la quiebra de la compañía.
Una asamblea que puede marcar el destino de Vicentin
En su reciente resolución, el magistrado ordenó a la empresa convocar en el menor plazo posible a todos los accionistas, con el objetivo de exponer el estado real de la sociedad y analizar alternativas para evitar el colapso definitivo. La reunión será clave para evaluar si aún existen mecanismos que permitan mantener a flote a la compañía o si, por el contrario, se deben tomar decisiones que confirmen su disolución y liquidación.
Según la resolución judicial, la administración de Vicentin debe presentar en la asamblea:
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Un informe detallado sobre la situación patrimonial actual.
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El balance y memoria del ejercicio 2024, que aún no ha sido aprobado.
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Explicaciones sobre el incumplimiento en el pago de salarios y deudas post-concursales.
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Detalles sobre los contratos de fazón y la viabilidad de la actividad productiva.
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Información sobre la cesión de la posición contractual en Renova S.A. y el estado de las acreencias pendientes.
El juez Lorenzini dejó en claro que la asamblea no puede ser una simple formalidad, sino que debe servir para que los accionistas tomen plena conciencia de la crisis y definan medidas urgentes para intentar evitar la quiebra.
Vicentin, en agonía: sin dinero y sin alternativas
La situación de la empresa es crítica. Según el informe de la Sindicatura, Vicentin acumuló 5.000 millones de pesos en deudas post-concursales, mientras que su liquidez es prácticamente inexistente. En la audiencia del pasado 7 de marzo, sus directivos admitieron que no contaban con los fondos suficientes para abonar los salarios de sus empleados, logrando cubrir solo un 30% de los haberes de febrero. Este incumplimiento profundizó la crisis y generó una ola de incertidumbre entre los trabajadores.
Por otro lado, el compromiso de aportar 50 millones de dólares para el pago de créditos verificados dentro del plan de salvataje de la empresa ya no está disponible. Los activos de la compañía han sido progresivamente licuados, y las plantas industriales de San Lorenzo, Ricardone y Avellaneda están prácticamente paralizadas por la falta de contratos de molienda.
El ministro de Trabajo de Santa Fe, Roald Báscolo, tuvo que intervenir para evitar que se corte el suministro eléctrico en las plantas, lo que evidencia el grado de colapso financiero. La empresa ha llegado a un punto donde no puede sostener ni siquiera sus costos operativos básicos.
Los acreedores, sin respuestas: la quiebra parece inevitable
La falta de alternativas concretas ha generado una gran preocupación entre los acreedores de Vicentin, quienes desde hace meses exigen soluciones efectivas. La justicia ha intentado en reiteradas oportunidades controlar la administración de la empresa, pero los incumplimientos han sido constantes.
El temor creciente entre los acreedores es que la empresa termine declarando su quiebra, lo que podría generar una pérdida millonaria para cientos de productores, proveedores y entidades financieras. Muchos consideran que la asamblea de accionistas será solo un formalismo antes del desenlace final.
¿Es posible evitar la quiebra?
Los especialistas en derecho concursal sostienen que las posibilidades de que Vicentin evite la quiebra son mínimas. La falta de liquidez, la ausencia de un plan de recuperación realista y la falta de confianza de los acreedores hacen que cualquier intento de salvataje parezca inviable.
Las únicas alternativas que podrían evitar el colapso serían:
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Una inyección de capital de inversores externos, algo que hasta el momento no ha ocurrido.
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La venta de activos estratégicos para reducir la deuda.
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La reactivación de la actividad productiva con nuevos contratos de molienda.
Sin embargo, en el contexto actual, ninguna de estas opciones parece factible.
El futuro de Vicentin se define en las próximas semanas
El proceso concursal de Vicentin ha sido uno de los más largos y complejos de la historia argentina. Tras cinco años de intentos fallidos de recuperación, la empresa está en un punto donde la única salida realista parece ser la quiebra.
La convocatoria a asamblea de accionistas es una medida desesperada para intentar buscar soluciones, pero pocos creen que servirá para cambiar el destino de la empresa. Con miles de millones de pesos en deudas, sin contratos de producción y con sus trabajadores en estado de incertidumbre, Vicentin parece estar transitando sus últimos días.
El reloj corre y la empresa deberá demostrar en las próximas semanas si aún tiene capacidad de reacción o si finalmente se confirma el peor escenario: su quiebra y liquidación definitiva.
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