El Ministro de Economía aterrizó proveniente de Nueva York y fue el único funcionario que recibió el Presidente antes de partir a Europa. Siguieron la sesión de Diputados y repasaron estrategia.
Alberto Fernández siguió desde Olivos minuto a minuto la sesión de la Cámara de Diputados donde se aprobó el proyecto de Reestructuración de la Sostenibilidad de la Deuda. El Presidente recibió sólo a un Ministro. Recién llegado de Nueva York y casi sin dormir, Martín Guzmán fue el único funcionario que tuvo acceso al jefe de Estado.
Antes de partir hacia Ezeiza, donde se embarcó en vuelo de línea con destino a Roma, el Presidente logró en Diputados el primer paso para encauzar la renegociación de la deuda externa a la espera del dead line de este jueves que Axel Kiciilof le dio a tenedores de un bono de la provincia de Buenos Aires. El proyecto que ahora pasa al Senado incluye la renuncia a invocar la inmunidad soberana contra el embargo y ejecución de determinados bienes.
Además, el proyecto aprobado autoriza al Ministerio de Economía a emitir nuevos títulos públicos para modificar el perfil de vencimiento de intereses y amortizaciones de capital; determinar las épocas, plazos, métodos y procedimientos de emisión de nuevos títulos públicos; y designar instituciones o asesores financieros para que actúen como coordinadores en el proceso de estructuración, entre otras facultades.
“Nos preocupa y ocupa todo. Pero no tenemos una visión tan catastrófica como la que reflejan los analistas”, fue la respuesta de un funcionario en relación a un posible default selectivo de la provincia de Buenos Aires en medio de la gira europea del Presidente. “Axel es un maestro en el manejo de las ansiedades de los mercados”, completó la fuente ante la consulta de Ámbito.
Fernández y Guzmán repasaron con detalle el paso a paso de la negociación con el FMI luego del primer contacto del Ministro de Hacienda en Nueva York con el jefe de la misión argentina, Luis Cubeddu, y la directora adjunta del Departamento para el Hemisferio Occidental, Julie Kozack.
El organismo internacional habría avalado el esquema de una quita a los tenedores privados de deuda, en caso de que esa fuera la estrategia que finalmente adopte el gobierno nacional, para avanzar en un nuevo esquema de plazos para reestructurar el pago de los 44.500 millones de dólares que el FMI desembolsó durante la gestión de Mauricio Macri.
El vencimiento del bono BP21 es el primer testeo que Fernández y Kicillof realizarán sobre los mercados. La jugada del gobernador, de declarar un eventual default si no consigue la adhesión del 75% de los bonistas para cambiar las condiciones del bono y diferir pagos de capital hasta mayo, se enmarca en la decisión de la Casa Rosada de no ofrecer un salvataje financiero a la Provincia para evitar que caiga en cesación de pagos. Este miércoles en Olivos, el Presidente y Guzmán ratificaron esa estrategia que será determinante de cara a la misión que enviará el FMI a Buenos Aires en febrero. Y que podría ayudar a descomprimir la negociación con los tenedores privados de deuda, en especial con los grandes fondos de inversión como Templeton y BlackRock.
¿Habrá quita a los bonistas privados? ¿Se aplicará sobre los intereses o sobre el capital? El resultado de la presión de Kicillof sobre los bonistas de la deuda bonaerense podría aclarar ese panorama. Si el endurecimiento del gobernador da resultados y logra el 75% de adhesión, esa estrategia podría replicarse a nivel nacional. Si cae en default selectivo, el gobierno nacional deberá repensar el esquema de negociación también con el FMI.
El Presidente llegará este jueves a Roma en el marco de una gira europea que apunta a sumar apoyo de las potencias continentales como Alemania y Francia ante el directorio del Fondo. Con su primer viaje oficial a Israel, el gobierno nacional ya realizó su primer gesto geopolítico con Estados Unidos, accionista mayoritario ante el organismo multilateral de crédito.
Tras recibir a Guzmán en Olivos, el jefe de Estado parte a rumbo a Roma en vuelo de línea a las 22.45 desde el aeropuerto Internacional de Ezeiza, acompañado por la primera dama Fabiola Yañez; el secretario de Asuntos Estratégicos de la Presidencia, Gustavo Béliz; la ministra de Justicia y Derechos Humanos, Marcela Losardo; el canciller Felipe Solá y el secretario de Culto, Guillermo Olivieri.
La primera parada de Fernández en Europa será el Vaticano donde se reunirá con el papa Francisco. Luego será el turno de los jefes de estado de Italia, Alemania, España y Francia y autoridades de organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO), de acuerdo a la agenda organizada por la Casa Rosada.
Tras el encuentro con el Papa, la agenda de Fernández este viernes continuará con una reunión a las 16 de Roma con el premier italiano Giuseppe Conte. Luego continuará la gira por Alemania donde habrá bilateral con Angela Merkel. El martes próximo, en Madrid, se entrevistará con el jefe de gobierno español, Pedro Sánchez, en el Palacio de La Moncloa.
El miércoles ya en París será el turno del mandatario francés, Emmanuel Macron, con quien Alberto Fernández se reunirá en el Palacio el Elíseo, sede de la Presidencia de la República francesa, para compartir un almuerzo.
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