Bajo el cielo estrellado de Reconquista, una ciudad marcada por la quietud de sus calles y el murmullo del río Paraná, el juez federal Aldo Alurralde ha desatado una tormenta judicial que amenaza con sacudir los cimientos de la Universidad Nacional de Chaco Austral (UNCAUS), ubicada en la bulliciosa Resistencia. En este escenario de contrastes, donde la tranquilidad de una localidad se enfrenta al ajetreo de la capital, la corrupción se ha enquistado como una sombra insidiosa en el corazón mismo de la institución académica.
Desde su despacho austero en el Palacio de Justicia de Reconquista, el juez Alurralde ha emitido su veredicto como un rayo en la noche. Germán Oestmann, el rector de la UNCAUS y confidente del poderoso ex gobernador Jorge Capitanich, ha sido procesado por una lista de crímenes que harían temblar incluso al más avezado de los delincuentes.
El magistrado, cuyos ojos profundos parecen penetrar en el alma de los acusados, ha decretado un embargo millonario sobre los bienes de Oestmann y sus cómplices, como un castigo ejemplar por sus fechorías. Cien millones de pesos, una cifra que suena como el precio de la redención en esta narrativa de corrupción.
En esta saga de intrigas y traiciones, los nombres se entrelazan como hilos de una telaraña retorcida. Directivos, empleados, empresarios y allegados, todos han sido arrastrados por la vorágine de la corrupción, integrando una asociación ilícita que ha desviado fondos públicos destinados a la educación.
Pero en la agitada Resistencia, la lucha por la verdad se entrelaza con el pulso de una ciudad que nunca duerme. En sus calles bulliciosas y plazas concurridas, se susurran nombres y se intercambian miradas cargadas de significado. Todos saben que la verdad está a punto de emerger, como un faro en la oscuridad de la noche.
La investigación, meticulosa como un reloj suizo, ha desenterrado la existencia de fundaciones y empresas fantasma, creadas para ocultar el flujo de dinero ilícito. Fundaciones como Sin Dolor y Recursos Naturales, que han sido cómplices silenciosas en este juego de sombras y engaños.
Pero en la encrucijada entre la quietud de Reconquista y el bullicio de Resistencia, la justicia no es solo un concepto abstracto, es una promesa sagrada. El juez Alurralde y su equipo de investigadores están decididos a seguir adelante, a desenmascarar a los culpables y a restaurar la integridad de la UNCAUS. Porque en esta tierra de contrastes, donde el silencio se mezcla con el clamor, la verdad siempre encuentra su camino hacia la luz.
La UNCAUS no está en Resistencia. Está en Sáenz Peña. Muy bien por el juez pero el periodista por favor que averigüe bien los detalles de la noticia.
¿Bullicio en Resistencia, en sus plazas? La UNCAUS está en Sáenz Peña, otra ciudad. No conoce el Chaco este periodista que escribió la nota. Lamentable.
Adónde apretan sale pus.
Lunes de termos y batucadas defendiendo lo anti moral, ético, racional.
Un espanto la redacción de la nota, parece de un concurso de cuentos de terror del secundario.
Que periodista payaso el que escribe el texto, cree que está contando un cuento de hadas. Para colmo detalla cosas inxsactas. Subestima al lector!!
Después nos preguntamos por qué será que los chicos no saben nada, los grandes y profesionales y que además “informan” No Saben y además hablan o escriben “cómo si supieran” . O sea NI SE ENTERAN de sus burradas. VERGÜENZA dan
Por la forma de escribir, los errores en los datos y la poca información concreta, el autor será escritor, pero no periodista. Palabrerío vacío.
LA UNCAUS ESTA EN SAENZ PEÑA, EL PERIODISMO ESTA PARA INFORMAR BIEN, POR IGNORANTE EL JUEZ HUBIESE PROCESADO A QUIEN ESCRIBIÓ, ESTO, FELICITACIONES SR JUEZ