Anibal Fernández chicaneó a Máximo Kirchner: “¿Cuántas elecciones ganó?”

El representante del gobierno nacional aseguró que La Cámpora, una agrupación política kirchnerista, fue una de las dificultades que el Presidente tuvo que enfrentar y cuestionó al hijo de Cristina: ¿Cuál es su autoridad para hablar así?

El ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, volvió a salir con los tapones de punta contra La Cámpora, Máximo Kirchner y demás dirigentes de núcleo duro de la agrupación kirchnerista. “Donde mencionas a ‘la orga’, como le dicen ellos, te das cuenta de que gozan de un pésimo prestigio respecto a la sociedad y, sobre todo, peronista”, disparó. Además, ironizó al comentar que “hacen un acto en Avellaneda y terminan hablando de la elección de Cristina, ¿no está proscripta?”.

“Cuando le toca asumir a Alberto (Fernández), con Cristina (Kirchner), se encuentra con una catástrofe que se termina exacerbando con una pandemia, una guerra y La Cámpora”, enumeró. Además, aseguro que esas “son todas las calamidades que le tocó vivir al Presiente”. En lo que fue una entrevista radial, inmediatamente, fue consultado si creía que La Cámpora era una calamidad, a lo que respondió con sarcasmo: “No, se me escapó. Me salió sin querer”.

En paralelo, el funcionario nacional opinó sobre el entredicho que el diputado camporista Máximo Kirchner (“No hay que bajar al territorio, señor gobernador, hay que subir a la militancia a los lugares”) tuvo con el mandatario bonaerense Axel Kicillof durante el acto en Avellaneda. “El otro día Máximo reprende al gobernador en medio del acto. ¿Desde qué pedestal habla? ¿Cuántas elecciones ganó para arrogarse esas facultades?”, disparó.

En un nuevo round, chicaneó a La Cámpora al decir que no sabe “a qué hora llegan a laburar, ¿por qué tienen el lápiz?”, y añadió: “Todo lo que digo sobre Máximo y La Cámpora se los he dicho en la cara”. En paralelo, aseguró que “lo que está más claro es que Alberto juega” al respaldar nuevamente una hipotética candidatura del Presidente, y marcó que “tener una condena en primera instancia no es una proscripción” sobre la situación judicial de Cristina.

Según Aníbal Fernández, “todos los días insultan al Presidente y lo mandan al frente a (Andrés) Larroque”, el ministro de Desarrollo de la Provincia y saliente secretario general de la organización insignia el kirchnerismo. “¿Por qué le temen a competir si Cristina tiene la mayor fuerza electoral?”, los desafió. A su vez, reprochó la crítica (“comentarista de la realidad”) que le hizo Mayra Mendoza, intendenta de Quilmes: “Me pareció un espanto”.

También acusó a La Cámpora de “sacar a empujones” del PJ bonaerense al intendente de Esteban Echeverría, Fernando Gray, acérrimo detractor desde ese momento de Máximo Kirchner, su sucesor en esa fuerza en la provincia de Buenos Aires. A modo de cierre, si bien marcó que “el problema es de la puerta para adentro”, justificó sus dichos. “Siento el derecho de decirlo porque hace cincuenta años que le dedico mi vida al peronismo”, cerró.

Anibal Fernández chicane to Máximo Kirchner: “How many elections did he win?”

The representative of the national government assured that La Cámpora, a Kirchnerist political grouping, was one of the difficulties that the President had to face and questioned Cristina’s son: What is your authority to talk like that?

The Minister of Security, Aníbal Fernández, once again came out with the bungs again against La Cámpora, Máximo Kirchner and other hard core leaders of the Kirchnerist grouping. “Where you mention ‘la orga’, as they call it, you realize that they enjoy a very bad prestige with respect to society and, above all, Peronist”, he fired. Besides, he ironized by commenting that “they hold an act in Avellaneda and end up talking about Cristina’s election, isn’t she banned?”.

“When it is Alberto (Fernández)’s turn to take office, with Cristina (Kirchner), he finds a catastrophe that ends up being exacerbated by a pandemic, a war and La Cámpora”, he enumerated. Furthermore, he assured that these “are all the calamities that the President has had to live through”. In what was a radio interview, he was immediately asked if he believed that La Cámpora was a calamity, to which he answered sarcastically: “No, it slipped out. It came out unintentionally”.

At the same time, the national official gave his opinion on the argument that the camporista deputy Máximo Kirchner (“We must not go down to the territory, Mr. Governor, we must take the militancy to the places”) had with the Buenos Aires governor Axel Kicillof during the act in Avellaneda. “The other day Máximo reprimanded the governor in the middle of the act. From which pedestal does he speak? How many elections did he win to arrogate those powers?”, he fired.

In a new round, he chicane La Cámpora by saying that he does not know “at what time they come to work, why do they have the pencil?”, and added: “Everything I say about Máximo and La Cámpora I have told them to their faces”. At the same time, he assured that “what is clearer is that Alberto is playing” by backing again a hypothetical candidacy of the President, and pointed out that “having a conviction in the first instance is not a proscription” regarding Cristina’s judicial situation.

According to Aníbal Fernández, “every day they insult the President and send him to the front to (Andrés) Larroque”, the Minister of Development of the Province and outgoing Secretary General of the flagship organization of Kirchnerism. “Why are they afraid to compete if Cristina has the greatest electoral strength?”, he challenged them. In turn, he reproached the criticism (“commentator of reality”) made to him by Mayra Mendoza, mayor of Quilmes: “I thought it was appalling”.

He also accused La Cámpora of “pushing out” from the PJ of Buenos Aires the mayor of Esteban Echeverría, Fernando Gray, a staunch detractor of Máximo Kirchner, his successor in that force in the province of Buenos Aires. By way of closing, although he pointed out that “the problem is from the inside”, he justified his statements. “I feel the right to say it because I have dedicated my life to Peronism for fifty years”, he closed.