El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, pidió hoy a los 50 estados del país que habiliten la vacunación de todos los mayores de edad para 1 de mayo, en un mensaje a la nación que buscó marcar el cambio de época entre el inicio de la pandemia, cuando la Casa Blanca subestimaba el virus, y su actual gestión del coronavirus.
Bien destacó que cuando asumió la Presidencia, el 20 de enero pasado, “solo el 8% de los mayores de 65 años habían sido vacunado”. “Hoy esa cifra supera el 70%”, aseguró el mandatario, quien además agregó que superará su meta inicial de 100 millones de dosis administradas en sus primeros 100 días de Gobierno.
“Llegaremos a esa meta en el día 60 de mi Gobierno”, pronosticó, según la transmisión de la cadena de noticias CNN.
El mandatario hizo un repaso de este primer aniversario de la pandemia y reiteró su promesa de campaña: “Decir la verdad, escuchar a la ciencia, trabajar juntos. Ahora sí, amigos, estamos haciendo justamente eso”.
Biden habló del “costo psicológico” de la pandemia, defendió el uso de tapabocas y todas las medidas de precaución indicadas por los especialistas y pidió a los gobernadores “dejar de lado las diferencias” y trabajar en el mismo sentido para “acelerar la vacunación” y frenar la transmisión del virus.
Prometió que para mayo, el Estado tendrá “dosis para vacunar a todos los mayores de edad” y destacó: “Eso es antes de lo planeado”.
“Así podremos acelerar el esfuerzo nacional para abrir las escuelas de manera segura. Esta será la prioridad de mi secretario de educación”, aseguró y adelantó: “La semana que viene daremos instrucciones sobre lo que se puede hacer cuando se esté vacunado”.
Horas antes, Biden había promulgada el paquete de estímulo económico por 1,9 billones de dólares que aprobó el Congreso ayer y que representa la columna vertebral de su plan para recuperar el crecimiento, tras la crisis y el derrumbe provocado por la pandemia el año pasado.
“Esta legislación histórica trata de reconstruir la columna vertebral de este país”, dijo Biden al firmar la ley en la Oficina Oval, siete semanas después de llegar al poder y a un año del inicio de la pandemia de coronavirus, que ya provocó más de 29 millones de contagios y la muerte de 530.000 personas en Estados Unidos.
La mayor economía a nivel mundial se contrajo 3,5% el año pasado, en su peor comportamiento desde la Segunda Guerra Mundial.
Tanto su primer discurso a la nación en horario estelar como la promulgación coincidieron con el primer aniversario de la declaración de pandemia que hizo la Organización Mundial de la Salud (OMS) el 11 de marzo de 2020.
Pese a la oposición en el bloque republicano, que denunció gastos excesivos, los demócratas, que controlan el Congreso, sancionaron ayer el plan de 1,9 billones de dólares.
Gracias a la luz verde del Congreso, millones de estadounidenses recibirán cheques de ayuda directa por un monto global de unos 400.000 millones de dólares.
El plan extiende además hasta septiembre ayudas excepcionales por desempleo que expiraban el 14 de marzo.
Y dedica 126.000 millones de dólares a escuelas, desde preescolares a liceos, para apoyar su reapertura pese a la pandemia, así como 350.000 millones para estados y gobiernos locales.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) dijo hoy que el plan de estímulo promulgado por Biden podría impulsar de forma considerable la economía global, pero que existen riesgos de una suba de tasas de interés e inflación.
“Vemos repercusiones potencialmente significativas para el crecimiento global”, indicó en una conferencia de prensa virtual el portavoz del FMI, Gerry Rice.
La mayoría de los países deberían beneficiarse de “una demanda estadounidense más sólida”, añadió.
Para la economía estadounidense, el FMI calculó en enero expansión de 5,1% del PIB en 2021.
La entidad va a actualizar sus previsiones sobre la economía global el 6 de abril, al comienzo de su reunión semestral, en un informe en el que probablemente sus pronósticos van a ser revisados al alza.
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