El Instituto Brasileño del Medio Ambiente (IBAMA) y la Fundación Nacional de los Pueblos Indígenas (FUNAI) empezaron a desarmar las estructuras de minería ilegal en territorios indígenas en la región amazónica, empezando por los Yanomami.
La Tierra Indígena Yanomami es el mayor territorio originario conservado del país: alberga 30,5 mil indígenas en un área de 9,6 millones de hectáreas entre los estados de Amazonas y Roraima. El territorio está bajo intervención federal, tras ser declarado estado de emergencia.
Además de flexibilizar leyes ambientales para permitir actividades extractivistas en territorios indígenas, la gestión de Bolsonaro no contestó los pedidos de ayuda de las comunidades. El resultado: más de 570 indígenas Yanomami fallecieron en los últimos cuatro años y hay miles de niños con desnutrición grave.
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