La Lic. en Psicopedagogía, y miembro de ALMA, visitó los estudios de La Grieta para hablar sobre la prevención del Alzheimer en el mes mundial para su concientización.
“Todo el mes de septiembre se conmemora la lucha mundial contra el mal del Alzheimer, puntualmente mañana martes 21 de septiembre es el día internacional que se designó para generar conciencia”, indicó Carolina González quien es integrante del grupo ALMA (Asociación Lucha contra el Mal de Alzheimer).
“ALMA es un grupo de apoyo que funciona en Avellaneda y en Reconquista, ya que tiene profesionales de las dos ciudades, donde brindamos ese servicio de contención, de apoyo, a los familiares de personas con Alzheimer que como es una enfermedad que afecta al cerebro, que es neurodegenerativa y hace que de a poquito se vayan muriendo muchas de nuestras neuronas del cerebro, puede durar muchos años y se hace muy difícil para las familias ir acompañando un proceso de deterioro -que va a pasar indudablemente- pero que teniendo un diagnóstico precoz y temprano uno busca las mejores terapias y herramientas para ir adaptando la casa para que esos años no sean tan difíciles”, detalló.
Además, explicó que “no todo olvido significa que tenemos Alzheimer, puede ser estrés o podemos estar pasando por alguna otra situación emocional. Lo que diferencia un olvido benigno de un olvido maligno es que del olvido bueno uno se acuerda más tarde, uno tiene conciencia inclusive un poquito más tarde de que pasó la situación; el olvido maligno es el que justamente la persona no registra. La diferencia está en la conciencia, por eso el olvido maligno lo detecta un familiar porque el entorno se empieza a dar cuenta que estás diciendo cosas que después no son o que las preguntaste y después realmente no tenés conciencia de haberlas preguntado”.
Esa persona “realmente no las recuerda y es porque en el cerebro se van acumulando algunas toxinas que empiezan a hacer todo más lento y tocan esa parte de la memoria”.
En cuanto a estadísticas, contó que “en Argentina ya es 1 de cada 8 personas, es un montón. Se habla de una gran epidemia a nivel mundial. En ALMA no tenemos una estadística puntual pero sabemos que está pasando más porque aumentó la esperanza de vida”.
Para la prevención del Alzheimer nos compartió dos consejos a tener en cuenta: Uno, “la plasticidad cerebral; cuanto más cosas hagamos y sean más ricas en variedad, vamos a generar más plasticidad en nuestro cerebro para que se pueda adaptar a situaciones”. Dos, “la reserva cognitiva: todo lo que hagamos en nuestras edades va a impactar en la calidad cerebral que vamos a tener dentro de unos años”.
Entre los indicadores tempranos se puede observar que “nos desorientamos en tiempo y en espacio, empezamos a olvidar algunas palabras, tenemos dificultades en el lenguaje, nos cuesta resolver problemas abstractos”. Pero, después “se empieza a complejizar y nuestro cerebro se empieza a olvidar cuestiones que las hacía cotidianamente, por eso la familia es un sostén importante”, expresó Carolina. “Esa persona, ese padre, esa madre o ese familiar que conocíamos, que era alguien que le teníamos mucho respeto por su autoridad y por todo lo que sabe, de repente lo empezamos a notar debilitado”. Con respecto a esto, aclaró que “no hay que tratarlos como niños, porque no es un niño, es una persona adulta con toda su trayectoria pero que necesita ir teniendo modificaciones para su calidad de vida”.
Para el diagnóstico el primer paso es el médico clínico, el paciente debe consultar a su médico de cabecera y éste de ser necesario lo derivará a un gerontólogo o a un neurólogo. Para cualquier consulta, ALMA es un grupo voluntario que está disponible en redes sociales y cada tercer viernes de mes se reúnen en Avellaneda en el Centro de Jubilados.
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