Leonardo Rolón – Opinión
El verano en el norte santafesino no da tregua. Ayer, la sensación térmica en Reconquista rozó los 50 grados y, sin embargo, las clases en muchas escuelas continuaron como si nada, obligando a alumnos y docentes a soportar temperaturas extremas en aulas sin aire acondicionado. ¿Es realmente posible aprender y enseñar en estas condiciones?
Así como en las provincias del sur del país las clases se suspenden cuando la calefacción no funciona y las temperaturas caen por debajo de los 5 grados, en Reconquista debería aplicarse el mismo criterio ante el calor extremo. No se trata de un capricho, sino de una cuestión de sentido común y salud.
Si bien algunas escuelas han logrado comprar equipos de aire acondicionado, esto ha sido gracias al esfuerzo de los padres y las cooperadoras escolares, no por iniciativa de los gobiernos. Aún así, la mayoría de las instituciones educativas sigue sin contar con este equipamiento, y estar dentro de un aula con 40 personas hacinadas es poco menos que una tortura.
El calor agobiante no solo impide la concentración y el aprendizaje, sino que también pone en riesgo la salud de los estudiantes y los docentes. La deshidratación, los golpes de calor y el malestar generalizado son consecuencias inevitables de una jornada escolar bajo temperaturas extremas.
Es momento de que las autoridades tomen cartas en el asunto y establezcan protocolos claros para estos casos. No se puede seguir naturalizando lo insoportable. Si la educación es realmente una prioridad, garantizar condiciones mínimas de bienestar en las escuelas debería estar en la agenda de cualquier gobierno.
Si algún gobernante provincial no entiende el texto, ilustro la noticia con un dibujito…
Buen día leo es verdad lo q dice en algunas provincias prohibieron x el calor las clases figurar recién vino mí hija de la 385 una reunion y le digo q no tienen aire acondicionado q son algunos salones y los otros xq el calor siempre ataca a la tarde como puede ser con este calor