Constanza Arzamendia habló sobre la discusión tributaria y la gestión municipal

En una extensa conversación con La Grieta, la concejal justicialista Constanza Arzamendia abordó temas clave relacionados con la gestión municipal y las tensiones en torno a la aprobación de la tributaria, un pendiente crítico en el Concejo Municipal de Reconquista.

Según Arzamendia, las diferencias entre oficialismo y oposición han estancado la discusión, dejando en el aire decisiones fundamentales para el presupuesto y el funcionamiento de la ciudad.

El aumento de la TGI: un debate trabado

Uno de los puntos principales fue la discusión sobre el aumento de la Tasa General de Inmuebles (TGI). Mientras el Ejecutivo plantea un incremento del 74% basado en índices interanuales de inflación, sectores de la oposición proponen reducirlo a un 27,2%. Arzamendia señaló que esta brecha refleja una “falta de proyección de ciudad”, ya que, según explicó, “el Ejecutivo presenta la tributaria con valores reales, pero la oposición parece ignorar la necesidad de una estructura que permita mantener los servicios básicos”.

La concejal también resaltó que el municipio ofrece beneficios como descuentos del 10% por buen cumplimiento y del 5% adicional por pago mediante débito automático, pero advirtió que reducir aún más la TGI podría afectar gravemente la calidad de los servicios públicos. “Si veníamos con un servicio deficiente, será mucho peor con menos recursos”, afirmó.

El impacto en los servicios y el presupuesto municipal

Otro de los puntos críticos mencionados por Arzamendia fue la segunda ampliación presupuestaria de 2024, que tampoco obtuvo aprobación en el Concejo. Según la concejal, esto pone en riesgo el pago de sueldos municipales en diciembre. “La plata está en las cuentas, pero si no se autoriza su uso, el municipio no podrá cubrir el aguinaldo ni los salarios del último mes del año”, explicó.

Arzamendia atribuyó esta demora a un “juego político” que busca desgastar al oficialismo con miras a las elecciones de 2025. Sin embargo, expresó su esperanza de que se alcance un consenso en las sesiones restantes del año, apelando a la responsabilidad de los concejales.

El conflicto por el gasto público y el empleo municipal

El debate también incluyó el manejo del gasto público y la política de contratación en el municipio. Arzamendia cuestionó las propuestas de la oposición que apuntan a no renovar contratos temporales y a reducir personal operativo. “No creo que esa sea la salida. Hoy el municipio funciona con contratados que no tienen estabilidad, pero que son esenciales para los servicios públicos. Despedirlos no resolverá los problemas de fondo”, aseguró.

Además, criticó las diferencias entre los modelos de gestión planteados por oficialismo y oposición, destacando que mientras el primero busca garantizar el funcionamiento de los servicios, el segundo parece más enfocado en ajustes sin proyección a largo plazo.

Hacia un consenso necesario

Arzamendia hizo un llamado a dejar de lado los egoísmos políticos y priorizar el bienestar de los vecinos. “Necesitamos humildad de ambas partes para sentarnos a dialogar y resolver estos temas pendientes. La política no puede ser un juego de egos donde los ciudadanos terminan siendo los perjudicados”, expresó.

Finalmente, la concejal subrayó la importancia de cerrar el año con acuerdos que permitan garantizar el funcionamiento del municipio. “No podemos seguir siendo más de lo mismo. Es momento de mostrar que estamos acá para resolver problemas, no para crearlos”, concluyó.