De acuerdo a un relevamiento del centro de investigación Vinodata, la industria vitivinícola lleva acumulado un incremento del 59,2% desde octubre, muy por encima de la aumento del nivel general de precios.
Los vinos subieron muy por encima de la inflación de abril, según el “Informe de Precios del Mercado del Vino Argentino”, realizado por el centro de investigación Vinodata.
De acuerdo a la información obtenida por Nicolás Grosman y Andrés López para el Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP), vinculado a la UBA y al CONICET, la variación mensual del Índice de Precio del Vino (IPV) en abril de 2023 alcanzó el 21,3 % en comparación con el mes anterior. Esto sugiere que, en promedio, los vinos han mostrado incrementos por encima del nivel general de precios, que se ubicó en 8,4% el último mes y representa la mayor suba en 21 años.
La fuerte corrección de los precios del vino en abril llegó después de dos meses en los que los ajustes fueron más bajos que los del Índice de Precios al Consumidor (IPC). En marzo habían aumentado solo 1,7% y en febrero 5,1%.
Sin embargo, entre octubre de 2022 y abril del 2023, el IPV acumuló una variación del 59,2%, mientras en ese lapso la inflación fue del 46%.
“Esto sugiere un posible patrón estacional en las estrategias de remarcación de precios en el sector (o bien una aceleración en el ritmo y/o magnitud de las remarcaciones)”, indicaron desde Vinodata.
El relevamiento comprende el monitoreo de los precios de alrededor de 5.000 botellas que cumplen con ciertos criterios mínimos de continuidad en la comercialización, distintos canales de venta, gama de precio, provincia de origen y variedad.
Además del salto en los precios, otro dato que da cuenta del impacto de la inflación es que más del 80% de las botellas relevadas para calcular el IPV registró aumentos, contra 51% en febrero y 28% en marzo.
Del informe también surge que, mientras que hasta el mes de marzo de 2023 el incremento acumulado del IPV fue mayor en las gamas de precios más altas, la tendencia se revirtió a partir de abril. De hecho, durante dicho mes el IPV correspondiente a todas las gamas de precios de menos de $3.500 subió más de 20%, mientras que las etiquetas de más de $5.000 tuvieron aumentos promedio del 13%.
En términos de variedad de la uva, los vinos naranjos (77%) y rosados (64%) fueron los que más aumentaron, en tanto que los vinos dulces fueron los que menos subieron (44%) durante ese período.
A nivel provincias también se observó cierta heterogeneidad: aquellas que sufrieron mayor aumento acumulado de precios entre octubre de 2022 y abril de 2023 fueron Neuquén (68%), Río Negro (63%) y San Juan (62%), mientras que los vinos salteños fueron los que registraron los incrementos más bajos (55%).
En este sentido, el ranking de precios por provincia de origen lo encabezan el grupo de “emergentes” (los precios promedio se ubican en $ 5.400), seguidas de Río Negro (alrededor de $ 4.500). Los de Mendoza, la provincia con la mayor incidencia en producción vitivinícola, promedian los $ 3.700 y los vinos de San Juan ($ 1.450) y La Rioja ($ 1.964) son los de menor precio relativo.
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