Preocupa la falta de recursos para pagar salarios y el impacto negativo en turismo y petróleo. Sólo tres provincias tienen excedente fiscal, mientras que Jujuy es la más complicada.
Mientras el Gobierno se prepara para hacer frente al pico de casos por coronavirus en el sistema de salud y anuncia medidas destinadas a paliar la merma de ingresos para diversos sectores de la población, una luz de alarma se encendió en el Ejecutivo por la fragilidad financiera de las provincias, que recibirá un duro mazazo a partir de los efectos de la cuarentena, en particular la Patagonia.
Los distritos que concentran la explotación petrolera y que además reciben un mayor número de turistas extranjeros serán los más golpeados en materia de actividad económica, en particular Santa Cruz, Tierra del Fuego, y Río Negro, de acuerdo a un trabajo del Ieral, de la Fundación Mediterránea. Si se toma como referencia la crisis de 2009, la disminución será de como mínimo un 20% en el arribo de viajeros internacionales, situación que también afectará, aunque en menor medida, a Misiones y Mendoza.
A eso se le sumará la reducción de más del 50% en el precio del crudo.
Sin embargo, en la Rosada ponen el foco en los distritos cuya mayor parte de asalariados registrados pertenecen al sector público. En Chaco, Catamarca y La Rioja más del 60% de los puestos en blanco son estatales. “Si no logran pagar sueldos, es la debacle. Los escenarios son de caída al abismo”, evaluó un funcionario en diálogo con BAE Negocios.
Mientras tanto, en la provincia de Buenos Aires los empleados públicos llegan a 600 mil, en un universo de 3 millones de puestos de trabajo. “Si no pueden dar paritaria pero pagan sueldos, o aún dando paritarias, el freno de la actividad económica destroza la provincia”, comentó una fuente oficial.
En el ejecutivo creen que si se mantiene activa la cadena alimentaria, la industria ligada a ese sector ubicada en territorio bonaerense, Córdoba y Santa Fe podrá darle pelea a la recesión.
Mientras tanto, los gobernadores deberán hacer malabares para llevar algo de orden a sus cuentas en medio del proceso de reestructuración de su deuda que ya anunciaron Chubut, Buenos Aires, La Rioja y Salta, todas “colgadas” al resultado de las negociaciones de la Nación con los acreedores privados y el Fondo Monetario Internacional.
“La peor en lo fiscal es Chubut. Y para enfrentar la crisis sanitaria, Chaco”, consideró el funcionario consultado. No por casualidad, la jursidicción de Jorge Capitanich fue una de las primeras en aislar ciudades y decretar la cuarentena, al tiempo que ya lleva dos muertos, un tercio del total de fallecidos por el coronavirus a nivel país.
De acuerdo a las estimaciones del Ieral en base a los últimos datos disponibles, correspondientes al tercer trimestre del año pasado, el mayor rojo fiscal lo tiene Jujuy, a donde alcanza el 4% de su producto bruto geográfico, seguida de Tucumán, que se ubicó algo por debajo de esa cifra, y la Rioja, Chaco y Río Negro, que marcaron un déficit en torno al 2%. Por el contrario, las mejor ubicadas son Santiago del Estero (superávit del 5%), Catamarca y La Pampa con un excedente equivalente al 2% de su PBG, Salta (1%) y Santa Cruz, que tras el duro ajuste de los últimos años logró llegar al equilibrio. Con todo, el resultado consolidado de las 23 provincias llega al 1,5% de su PBG tras un breve período de superávit.
El consultor Félix Piacentini y ex director Nacional de Asuntos Provinciales destacó que “probablemente Ciudad de Buenos Aires, y las provincias de Buenos Aires, Tucumán, Jujuy, Córdoba, La Pampa, Entre Ríos, Chaco, Córdoba y Tucumán tengan un panorama peor que el resto”, aunque aclaró que “en ningún caso es dramático” y dependerá de la contención que puedan hacer los gobernadores en las paritarias.
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