El “impuestazo” de Caputo: Retenciones masivas amenazan a sectores clave de la economía

En una movida que ha generado fuertes tensiones en diversos sectores, el ministro de Economía, Toto Caputo, contempla la aplicación de retenciones masivas del 15% a las exportaciones, afectando a economías regionales, maíz, industria, servicios y petróleo. La medida, que podría anunciarse en las próximas horas, se suma a la más que duplicación del impuesto país, que ha pasado del 7% al 17,5%, conformando lo que ya se denomina un “impuestazo”.

A pesar de las negociaciones en curso con distintos sectores, aún no se ha definido completamente quiénes serán los afectados por estas retenciones, generando incertidumbre en el ámbito económico. El tributo podría incluir a todas las economías regionales, carnes, maíz, industria, servicios y petróleo, mientras se mantiene en un 30% las retenciones a la soja.

Estas medidas, que contradicen el discurso del ministro Milei, quien ha criticado vehementemente los impuestos que “asfixian” al sector privado y a los trabajadores, podrían tener consecuencias significativas. La delicada relación de Milei con el campo se ve amenazada, especialmente si se confirma la imposición de retenciones a las economías regionales y al maíz.

En paralelo, Caputo analiza revertir la baja del impuesto a Ganancias impulsada por Massa en septiembre para los trabajadores, una reforma que, con la presencia de la mayoría de los gremios, redujo la cantidad de trabajadores alcanzados por el impuesto a menos de 90.000, representando apenas el 0,8% del total de empleos registrados en el país. Además, se buscaría anticipar el cobro de bienes personales.

Estas medidas forman parte de la estrategia de Caputo para aumentar la recaudación en 2 puntos del PBI. En conjunto con los recortes anunciados y el congelamiento de planes sociales y jubilaciones, se busca cumplir con la meta de reducción de 5 puntos del gasto comprometida por Milei en las negociaciones iniciales con el FMI, que este martes celebró los anuncios. Sin embargo, estas decisiones podrían generar tensiones adicionales en un contexto económico ya convulsionado.