Se excluyen 20 economías regionales de retenciones, mientras que la soja y sus subproductos experimentan cambios impositivos.
En una sorpresiva reversión de su política económica, el gobierno de Javier Milei ha decidido dar marcha atrás en la generalización de retenciones anunciada previamente. La medida, que tenía como objetivo cerrar la brecha fiscal, generó un fuerte rechazo entre los representantes del sector agropecuario y llevó al Ejecutivo a reconsiderar su aplicación.
El secretario de Bioeconomía, Fernando Villela, anunció hoy las nuevas medidas luego de una reunión con representantes de la Mesa de Enlace en la sede de la cartera. La decisión excluye a 20 economías regionales de la generalización de retenciones y reduce la alícuota para la vitivinicultura al 8%. Sin embargo, introduce un aumento del 33% para los subproductos de la soja como compensación por la caída de ingresos.
La noticia fue recibida con preocupación por las cerealeras, que señalaron que la suba de impuestos afectará severamente el flujo de divisas y amenazará el empleo industrial en el sector de la soja. Desde la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina expresaron su descontento, afirmando que la medida castigará a la principal industria exportadora del país.
Por su parte, el Consejo Agroindustrial Argentino reconoció la delicada situación de las cuentas públicas pero insistió en la necesidad de adoptar una política exportadora que fomente la producción y el agregado de valor. Además, solicitaron la eliminación progresiva de derechos de exportación (DEX) para los complejos Oleaginoso y Cerealero.
Las cadenas excluidas de la suba de retenciones que entrarán en vigor el 1° de enero incluyen: arrocero, olivícola, cueros lácteos, bovinos, frutícola (excluido limón), porotos, hortícola, papa, ajo, garbanzo, arveja, lenteja, azúcar, miel, yerba mate, té, equinos y lana.
Villela explicó que la compensación por la reducción a cero de las retenciones en otros sectores se logrará con un aumento en la alícuota de los subproductos de la soja, estimando una recaudación adicional de alrededor de U$S 400 millones. La medida será presentada en el Congreso Nacional para su aprobación.
La decisión, que forma parte del paquete de “urgencia” lanzado por el ministro de Economía, Luis Caputo, busca equilibrar las cuentas públicas sin desencadenar una paralización general del campo y cortes de ruta, ante la imposibilidad de la Ministra de Seguridad Patricia Bullrich de reprimir a los principales votantes de la derecha.
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