En medio de una disputa interna picante y agresiva, la senadora Carolina Losada ha decidido intensificar su campaña contra Maximiliano Pullaro en Santa Fe. A pesar de la resistencia que su estrategia genera dentro de su propio partido, Losada considera que este es el momento crucial para avanzar sin restricciones. Mientras tanto, Pullaro sospecha de un acuerdo entre Losada y el gobernador Omar Perotti para minar su figura y dejarlo sin oportunidades de competir.
Losada cree firmemente que no hay tiempo para esperar por una “bala de plata” que defina el resultado de la campaña. Por esta razón, continuará vinculando a Pullaro con el mundo del narcotráfico, aunque se cuidará de no hacer acusaciones directas. Su estrategia se basará en mantenerlo asociado con actividades oscuras y sombrías.
Sin embargo, surge la pregunta de si la necesidad de Losada de castigar a Pullaro en esta etapa de la campaña, a tan solo 42 días de las elecciones, es un reconocimiento de que se encuentra rezagada en las encuestas. En el entorno de Pullaro no tienen dudas al respecto y aseguran que el diputado provincial lidera las encuestas con una ventaja de siete puntos sobre la senadora.
Si Losada logra superar los primeros rounds, deberá luego trabajar en mejorar su imagen y estrategia. Hasta el momento, ha cometido algunos traspiés, desde prometer que se mudará a la provincia si gana las elecciones, hasta utilizar un avión privado. Estos puntos merecen una explicación formal que aporte claridad y disipe cualquier sospecha.
Algunos dirigentes de su propio partido, especialmente radicales, no están de acuerdo con el tono confrontativo que ha elegido Losada. Les preocupa que la virulencia aumente con el paso del tiempo, según admitió uno de sus socios políticos más cercanos.
Por su parte, Pullaro ha optado por vender tranquilidad y capacidad de gobierno. En las últimas semanas, ha presentado una lista de candidatos de manera prolija y es el único opositor que ha revelado los nombres de su equipo técnico en seguridad, en respuesta a la convocatoria del gobernador Perotti.
Sin embargo, en el submundo de los comentarios off the record, el pullarismo está en pleno juego. Por un lado, utiliza materiales editados y archivados listos para la viralización, causando más daño del esperado. Por otro lado, sugiere que Losada está alineada con Perotti.
Para el gobernador, no hay nadie peor que Pullaro para reemplazarlo. Perotti preferiría que el intendente Pablo Javkin participara y ganara en la interna de Unidos. Pero como Javkin decidió buscar la reelección en Rosario, ahora la carta de preferencia es la senadora Losada.
El enfrentamiento entre Losada y Pullaro acapara toda la atención en este momento. El peronismo se ilusiona con la posibilidad de que, ante tanta agresión, el ganador de las primarias pueda nivelar el terreno frente a Unidos en las elecciones generales. Sin embargo, parece difícil que un voto radical, cambiemista, no peronista e incluso anti política (especialmente en el caso de Losada) opte por marcar una cruz en el casillero peronista. Todo esto sin mencionar el contexto político actual.
En resumen, la contienda interna en Santa Fe entre Carolina Losada y Maximiliano Pullaro está en pleno apogeo. Losada ha optado por una estrategia agresiva y picante, buscando vincular a Pullaro con el narcotráfico y otros aspectos oscuros. Por su parte, Pullaro se presenta como un candidato tranquilo y capaz de gobernar, con un equipo técnico en seguridad ya conformado. Mientras tanto, se especula sobre posibles acuerdos entre Losada y el gobernador Perotti, quien prefiere que Pullaro no lo reemplace. A medida que la campaña avance, Losada deberá trabajar en mejorar su imagen y superar los obstáculos que ha enfrentado hasta ahora. El resultado de esta intensa batalla interna tendrá un impacto significativo en las elecciones generales y en el panorama político de Santa Fe.
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