Gastón Alejandro Coronel, conocido como “Chicho”, fue asesinado durante una gresca en el Pabellón 5 de la prisión.
La Cárcel de Coronda, ubicada a 373 km al sur de Reconquista, se vio sacudida por un trágico incidente en la noche del viernes 12 de mayo. Gastón Alejandro Coronel, de 23 años, quien cumplía su última condena en ese centro penitenciario, fue asesinado durante una violenta gresca en el Pabellón 5, conocido como el “Instituto Correccional”.
El informe forense reveló que Coronel presentaba una herida punzocortante en la región del hemotórax izquierdo, causante de su fallecimiento. La médica a cargo de la revisión del cadáver confirmó estos detalles macabros. Ante la gravedad de los hechos, el fiscal Benítez ordenó la realización de una autopsia para determinar las circunstancias exactas de la muerte y proceder con la imputación correspondiente.
Las autoridades penitenciarias y la Agencia de Investigación Criminal se encuentran trabajando en conjunto para esclarecer lo sucedido. Los especialistas en escena del crimen han llevado a cabo una minuciosa búsqueda de pruebas en el lugar del incidente. La identificación del autor del crimen se ha convertido en una prioridad en la investigación.
Este trágico suceso pone de manifiesto una vez más los desafíos y riesgos que enfrentan tanto los reclusos como el personal de las instituciones penitenciarias. Aunque se implementan medidas de seguridad para prevenir incidentes violentos, estas tragedias demuestran la necesidad de continuar mejorando los protocolos y la seguridad en los centros de reclusión.
Las muertes en las cárceles son un problema preocupante en muchos países, y Argentina no es una excepción. Según estadísticas oficiales, en los últimos años se ha observado un aumento en la violencia dentro de las prisiones del país. Estos incidentes suelen ser resultado de rivalidades entre grupos, disputas territoriales y problemas relacionados con las drogas y el control de poder.
Las autoridades penitenciarias, junto con el sistema de justicia, deben trabajar en conjunto para abordar esta preocupante situación. Es fundamental fortalecer la seguridad en las cárceles, mejorar la infraestructura y brindar programas efectivos de rehabilitación para reducir la incidencia de la violencia y garantizar la integridad de los reclusos.
Mientras continúa la investigación sobre la muerte de Gastón Alejandro Coronel, el sistema penitenciario enfrenta el desafío de prevenir futuros episodios violentos y garantizar la seguridad de aquellos que cumplen condena en sus instalaciones.
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