Los documentos fueron presentados hace más de dos meses por el exmandatario y el exvicepresidente de Bolivia.
La Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP) de Bolivia aceptó este martes la renuncia de Evo Morales a la Presidencia y de Álvaro García Linera a la Vicepresidencia del país suramericano.
La sesión se llevó a cabo entre gritos y protestas de los legisladores. Pese a que el debate fue puesto en consideración por la presidenta del Senado, Eva Copa, del Movimiento al Socialismo (MAS), de Morales, alguno de sus correligionarios se oponían a aceptar la renuncia, argumentando que el mandatario fue víctima de un golpe de Estado.
Estas cartas fueron presentadas por Moreno y García Linera el pasado 10 de noviembre de 2019 —hace exactamente dos meses y 11 días—.
Los entonces dirigentes del país renunciaron luego que el comandante general de las Fuerzas Armadas, Williams Kaliman, y el de la Policía Nacional, Vladimir Calderón, le “sugirieran” la dimisión.
La renuncia, además, se produjo en medio de un creciente clima de violencia, por parte de sectores opositores, que se negaron a aceptar la victoria de Morales para un nuevo mandato en los comicios del 20 de octubre.
¿Qué dice la carta de Morales?
“Hoy día, 10 de noviembre, los humildes, los trabajadores, los aymaras y quechuas, empezamos el largo camino de la resistencia, para defender los logros históricos del primer gobierno indígena que termina hoy, con mi renuncia obligada a la Presidencia del Estado Plurinacional de Bolivia, producto de un golpe de Estado político cívico policial”, reza parte de la renuncia entregada por Morales.
Agregó también: “Mi responsabilidad como presidente indígena y de todos los bolivianos es evitar que los golpistas sigan persiguiendo a mis hermanos y hermanas dirigentes sindicales, maltratando y secuestrando a sus familiares, quemando casas de gobernadores, de asambleístas, de concejales”. Esto, ante la creciente ola de violencia que vivía el país en ese momento.
El descontento de los opositores en Bolivia, además, se incrementó luego que la Organización de Estados Americanos (OEA) publicara un informe preliminar de su auditoría a los comicios y sugiriera la repetición de los comicios.
Un mes después, la OEA publicó el informe final, en el que reconoce que Evo Morales ganó en primera vuelta, pero asegura que es “estadísticamente improbable” que haya sido por una diferencia de 10 %.
Gobierno de facto
Tras la renuncia obligada de Morales, se instauró en el país suramericano un gobierno de facto, que preside la legisladora Jeanine Áñez.
En estos dos meses, hubo una cruenta represión contra quienes pedían la restitución de Morales en su cargo y la salida de Áñez. La Defensoría del Pueblo ha registrado la muerte de 35 personas en el marco del conflicto político, 32 de ellas cometidas tras el golpe de Estado contra Morales.
Particularmente, tras la asunción de la autoproclamada mandataria hubo dos masacres, que fueron ampliamente denunciadas. La primera ocurrió el 15 de noviembre en la localidad de Sacaba, en el departamento de Cochabamba, donde una operación policial y militar dejó un saldo de nueve muertos.
La segunda sucedió en la localidad de Senkata, en la ciudad de El Alto, el 19 de noviembre. De nuevo, un violento operativo de las fuerzas de seguridad, que buscaba despejar una planta de hidrocarburos bloqueada por manifestantes, acabó con la vida de 10 personas.
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