En primera instancia le habían dado 19 años de cárcel pero los camaristas dieron por acreditados hechos que en el juicio de primera instancia se habían desestimado y aumentaron la condena a 24 años.
Un tribunal de segunda instancia incrementó a 24 años de prisión la pena impuesta a un hombre por delitos contra la integridad sexual de su hija y de otras dos niñas cometidos en Reconquista
A pedido de la Fiscalía, la Alzada revocó parcialmente el fallo por el cual Fabián Orlando Bejarano había sido condenado a 19 años de prisión. Los camaristas además dieron por acreditados hechos de abuso sexual con acceso carnal que habían sido desestimados en el juicio oral. El fiscal que representó al MPA durante todo el proceso judicial es Leandro Mai, quien valoró que se trata de la condena más alta de la historia del norte provincial por este tipo de ilícitos.
Los camaristas Eduardo Alberto Bernacchia, José Antonio Mántaras y Sebastián Creus incrementaron a 24 años de prisión la pena impuesta a un hombre que cometió delitos contra la integridad sexual de su hija menor de edad y de otras dos niñas. El condenado es Fabián Orlando Bejarano, de 42 años, quien perpetró los ilícitos en Reconquista.
A raíz de lo solicitado por la Fiscalía, el tribunal de Alzada revocó parcialmente el fallo de un juicio oral por el cual el agresor había sido penado con 19 años de prisión. Los magistrados además consideraron acreditados hechos de abuso sexual con acceso carnal que habían sido atribuidos a Bejarano en la acusación y desestimados por los jueces de primera instancia.
El fiscal Leandro Mai, quien representó al MPA en las diferentes etapas del proceso judicial, valoró que “se trata de la condena más alta de la historia del norte provincial por ilícitos contra la integridad sexual”.
Por otra parte, el fiscal informó que “los camaristas rechazaron un pedido de la Defensa para que Bejarano fuese absuelto debido a una supuesta arbitrariedad en la sentencia”.
Ocho años
Mai recordó que “Bejarano abusó sexualmente de tres personas menores de edad entre una fecha de 2011 que no logró ser determinada y marzo de 2018”. En tal sentido, contó que “los ilícitos ocurrieron en viviendas reconquistenses en las que las víctimas residieron con el condenado”.
Afirmó que “las tres niñas forman parte del entorno familiar de Bejarano y él llevó adelante las conductas delictivas en momentos en los que se quedaron a solas”, y añadió que “dadas sus características, los hechos ilícitos tuvieron entidad suficiente para afectar de forma negativa la salud física y psicológica de las víctimas”.
El funcionario del MPA remarcó que “está probado que el condenado amenazaba a las niñas para que no hablaran con nadie sobre sus padecimientos”, y agregó que “luego de abusar de dos de ellas, solía entregarles dinero como recompensa”.
Delitos
Por los ilícitos cometidos en perjuicio de su propia hija, Bejarano fue condenado como autor de abuso sexual con acceso carnal reiterado y agravado (por haber aprovechado una situación de convivencia preexistente; por ser ascendiente de la víctima; por la guarda; y por causar un grave daño a la salud de la niña).
Por otra parte, al hombre de 42 años se le atribuyó el delito de abuso sexual gravemente ultrajante en contra de las otras dos víctimas. En relación a una de ellas, el ilícito fue endilgado calificado (por el aprovechamiento de la situación de convivencia preexistente; y por la guarda).
Bejarano fue condenado también por la autoría de corrupción de menores -en contra de dos niñas- y de promoción de la corrupción de menores -en perjuicio de la tercera. Asimismo, la pena fue impuesta por amenazas coactivas a las tres víctimas.
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