La gobernadora republicana de Alabama, Kay Ivey, anunció hoy que hasta el 9 de abril será obligatorio el uso de barbijos como medida para prevenir nuevos contagios de coronavirus, a diferencia de otros estados del sur de Estados Unidos, que esta semana anunciaron que levantaban dicha norma, decisión que fue criticada por el presidente Joe Biden, mientras el país acumulaba casi 29 millones de casos.
Los tapabocas son “una de nuestras mejores herramientas” para prevenir la propagación del virus, dijo Ivey en una conferencia de prensa en la que enfatizó que no extenderá más la orden de usarlas y que desde el mes próximo “se convertirá en una cuestión de responsabilidad personal y no un mandato del Gobierno”.
No obstante, Ivey destacó que “incluso cuando levantemos la orden de las máscaras, seguiré usando mi máscara mientras estoy con otras personas y exhorto a mis conciudadanos a que utilicen el sentido común y hagan lo mismo”, según la agencia de noticias Europa Press.
La prórroga, explicó Ivey, tiene el objetivo de dar más tiempo a las empresas para que hagan sus propios ajustes en materia sanitaria antes de que se levante la medida, la cual, ha dicho, ha estado vigente durante una “generosa cantidad de tiempo”.
Hasta el momento, el uso de mascarillas en Alabama, en el sureste de Estados Unidos, era obligatorio en espacios públicos, como centros educativos y universidades, así como en aquellos lugares en los que es imposible mantener una distancia superior a un metro y medio con personas no convivientes.
El anuncio de Ivey se produce días después de que los también gobernadores republicanos de Texas y Mississippi comunicaran que esta misma semana era “el momento” de acabar con esta “imposición”, una decisión que Biden criticó diciendo que sus acciones reflejan el “pensamiento neandertal”.
“Creo que es un gran error, espero que todos se den cuenta de que los barbijos marcan una gran diferencia; lo último que necesitamos es al Neanderthal pensando que, mientras tanto, todo está bien, quítate la mascarilla, olvídalo”, dijo Biden y defendió la necesidad de seguir las pautas fijadas por la ciencia.
Mientras, el país más golpeado por la pandemia en el mundo a nivel sanitario avanza en su campaña de vacunación, y el Congreso debate un plan de ayuda contra el coronavirus de 1,9 billones de dólares que daría una gran victoria a Biden, que los demócratas quieren que sea enviada al mandatario una versión final para que la firme antes del 14 de marzo, cuando expire una ronda anterior de beneficios por desempleo de emergencia.
El Senado de Estados Unidos comenzó hoy a trabajar en el paquete de ayuda aprobado la semana pasada en una votación de 222 a 219 por la Cámara de Representantes, controlada por los demócratas.
El Senado votó 51 a 50 a favor de una moción para proceder con la consideración del Plan de Rescate Estadounidense 2021, con la vicepresidenta Kamala Harris emitiendo un voto de desempate, según la agencia Sputnik.
En el Senado, los demócratas y los republicanos tienen 50 escaños cada uno, pero Harris sirve como voto de desempate, lo que les da a los demócratas una mayoría simple que es suficiente para que se apruebe el proyecto de ley.
Todos los demócratas deben votar para preparar el escenario para que Harris emita el voto de desempate, asumiendo que ningún republicano respalde el proyecto de ley. Se espera que el proyecto de ley sea aprobado en los próximos días.
El líder demócrata Chuck Schumer afirmó hoy que el proyecto de ley ayudaría a financiar pequeñas empresas, mantener a los maestros, bomberos y otros empleados esenciales en el trabajo, proporcionar alimentos y pagos directos en efectivo a millones de estadounidenses empobrecidos y acelerar el proceso de vacunación
Sin embargo, los republicanos dijeron que solo una pequeña parte del proyecto de ley se ocupa de combatir el coronavirus, mientras que muchas partes, como la asistencia extranjera, son “innecesarias y derrochadoras”.
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