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La soja cerró un año sumamente volátil que permitió un ingreso récord de divisas

El poroto, junto con la harina y el aceite, los dos principales productos de exportación de nuestro país, cerraron el año en precios considerados como históricamente altos.

La soja concluyó el 2021 con una cotización internacional en los mismos niveles que en el cierre del año anterior en torno de los US$ 490 la tonelada, a pesar de la altísima volatilidad que tuvo su cotización durante el año.

De esta manera el poroto, junto con la harina y el aceite, los dos principales productos de exportación de nuestro país, cerraron el año en precios considerados como históricamente altos, que permitieron, a pesar de las constantes mermas en la producción, un ingreso récord de divisas de US$ 22.968 millones, un 60,6% más que en 2020, según estimaciones de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).

Las cotizaciones de estos tres commodities tuvieron mucha volatilidad durante el año, llegando a tocar valores máximos en siete años para después emprender una curva descendente que se revirtió en las últimas semanas del año.

Las cotizaciones de estos tres commodities tuvieron mucha volatilidad durante el año, llegando a tocar valores máximos en siete años para después emprender una curva descendente que se revirtió en las últimas semanas del año.

Así, por ejemplo, la última cotización del poroto en 2020 se ubicó en US$ 483,26 la tonelada, casi en consonancia con el cierre actual, aunque supo superar los US$ 600 a mediados de mayo.

Lo mismo sucedió con el aceite, que a principios de 2021 no superaba los US$ 1.000 por tonelada, pero que finalizó la última operatoria del año en el mercado de Chicago a US$ 1.374 la tonelada FOB, con picos en junio de casi US$ 1.600.

El caso de la harina es diferente: empezó 2021 en US$ 478,83 la tonelada y finalizó en US$ 455,91 la tonelada.

Los principales fundamentos que marcaron el ritmo de fuertes ascensos en los precios a lo largo del año se concentraron en la considerable demanda china y en los ajustados stocks estadounidenses, además de las cuestiones climáticas que afectaron determinadas zonas productoras, como sucedió en la Argentina.

Este último punto fue el que le permitió una escalada de casi 10 sesiones consecutivas en el precio de la soja que hizo que no cierre el año por debajo de los niveles del comienzo, más allá de la baja del jueves de más de US$ 10 en su posición más cercana.

En diálogo con Télam, la responsable del área de Estudios Económicos de la Bolsa de Cereales y Productos de Bahía Blanca (BCP), Eugenia Rul, explicó que las últimas subas que llevaron al poroto a superar los US$ 500 y ganar US$ 50 en sólo 12 jornadas, se debe a una cuestión meramente climática centrada en el sur de Brasil, Paraguay y zonas de la Argentina por las altas temperaturas y la falta de lluvias.

“La incidencia de La Niña está teniendo repercusiones en el mercado”, marcó Rul, y destacó que el producto que “más está empujando los precios es la harina, porque Argentina al ser el principal productor y exportador y, a pesar de las cuestiones climáticas, sembró la menor área en los últimos 15 años”.

“Ante esa retracción de la Argentina en producción y exportación, Estados Unidos podría ocupar un lugar más relevante, lo que empuja el precio en Chicago”, finalizó.

Los valores para mercancía disponible llegaron a superar en estos días los US$ 370 la tonelada, lo cual “se ubica ampliamente por encima de los promedios de los últimos años”.

No obstante, sostuvo que es poco probable que se alcancen los precios vistos en mayo, cuando la soja superó los US$ 600 la tonelada, porque “si bien la situación de oferta puede ajustarse (por la sequía en el hemisferio sur), es más holgada respecto al año pasado”.

“De todas maneras, seguimos en un contexto de demanda sostenida, lo que hace que los precios se mantengan en niveles relativamente altos. También hay que tener presente qué puede pasar con la economía a nivel global respecto de la incertidumbre en cuanto a la pandemia y a la variante Ómicron. Si se supera esta situación, puede haber un impulso adicional a los precios”, agregó Agusto.

Respecto al mercado local, el responsable del Departamento de Análisis de Mercados de la corredora Grassi S.A., Ariel Tejera, detalló que “estamos viendo precios en muy buenos niveles para la soja 2020/21 y la 2021/22”.

Los valores para mercancía disponible llegaron a superar en estos días los US$ 370 la tonelada, lo cual “se ubica ampliamente por encima de los promedios de los últimos años”.

“Algo similar ocurre con la soja nueva. La posición mayo en torno de US$ 345 la tonelada, estaría operando cerca de los mejores precios a cosecha que se habían logrado cerrar en el año pasado, para esta misma época”, completó Tejera.

Por último, consideró que “el avance de la trilla en Brasil y la evolución de las condiciones climáticas en la región, se destacan entre los principales factores que marcarán la dinámica de los mercados en las próximas semanas. Aún resta un importante camino por delante”, concluyó.

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