La UCR perdió dos bancas en el Concejo Municipal y se debilita el proyecto de Kreni Intendente

La UCR quedó reducida a una sola banca renovada tras la elección intermedia y Walter Kreni, que aspiraba a perfilarse como candidato a intendente, vio frustradas sus posibilidades por el avance del peronismo, el socialismo y Somos Vida.

Las elecciones intermedias de este domingo marcaron un punto de inflexión para el radicalismo de Reconquista. Por primera vez en años, la UCR no solo sufrió una derrota contundente en el recuento general, sino que perdió dos de las tres bancas que arriesgaba en el Concejo Municipal. Este retroceso no solo compromete su capacidad de incidencia legislativa, sino que deja al dirigente Walter Kreni, actual referente radical libertario, con serias dificultades para sostener su proyecto político hacia la intendencia.

En el escrutinio final, el candidato peronista Juan Pablo Suligoy se impuso con 10.147 votos, mientras Kreni quedó en segundo lugar con 8.462 sufragios. La derrota fue doblemente dolorosa para el radicalismo: además de no poder superar al peronismo, que no ganaba elecciones intermedias siendo gobierno desde 1993, también se vio superado por otros espacios emergentes que lograron capitalizar el descontento y la fragmentación del voto opositor.

El socialismo, que ya se había posicionado como rival competitivo en las internas anteriores, logró colocar a Marisa Flores en el Concejo Municipal. Por su parte, Daniel Bailat, del espacio Somos Vida, sorprendió al electorado al alzarse con otra de las bancas que antes ostentaba la UCR. Con este resultado, el radicalismo solo pudo retener el escaño de Kreni, quien a pesar de seguir en funciones queda muy lejos de consolidarse como figura de consenso para disputar la intendencia.

“Era el turno de consolidar a Kreni como candidato natural a suceder a Vallejos, pero con esta elección se esfuma buena parte de ese capital político”, reconocieron fuentes del propio radicalismo, que ahora enfrenta la tarea de reordenar su liderazgo interno.

La nueva conformación del Concejo Municipal deja al peronismo con dos representantes nuevos —Juan Pablo Suligoy y Constanza Arzamendia—, mientras que el radicalismo apenas sostiene un escaño de los cinco que estaban en juego. El resto se reparte entre el socialismo y Somos Vida, lo que anticipa una agenda legislativa con mayor pluralidad de voces y menos margen de maniobra para la UCR que desde el 10 de diciembre solo contará con tres bancas (Walter Kreni, Katia Passarino y Jorge Fiant). Si bien cuentan con la alianza del PRO (Fedra Buseghin) y el socialismo (Marisa Flores) la división de poder interna desdibuja al partido centenario.

El golpe electoral no sólo es simbólico sino estratégico. La pérdida de bancas erosiona la capacidad de negociación de los radicales en temas clave y evidencia el desgaste de una fuerza política que supo ostentar enorme poder en el Concejo. Para Kreni, la derrota complica su camino a la intendencia y obliga a recalcular alianzas y discurso en un escenario en el que el peronismo recupera centralidad tras casi tres décadas de derrotas en elecciones intermedias.

De esta forma, la elección dejó un mensaje claro: Reconquista empieza a reconfigurar su mapa político y el poderío radical ya no es un hecho dado.