La vida en el semáforo: Hugo, el limpiavidrios de Reconquista

En una esquina concurrida de la ciudad de Reconquista nos encontramos con Hugo, un hombre proveniente de Córdoba que hace aproximadamente seis años decidió cambiar de vida. Actualmente, gana su sustento limpiando vidrios de automóviles en los semáforos de la ciudad. En una entrevista realizada por La Grieta, Hugo nos cuenta sus vivencias y desafíos en esta nueva etapa de su vida.

Una nueva vida en Reconquista:

Hugo, oriundo de la ciudad de Córdoba, llegó a Reconquista hace seis años en busca de nuevas oportunidades. Inicialmente, intentó conseguir trabajo en otras áreas, como ventas de celulares, pero sin éxito. Fue entonces cuando decidió probar suerte en el oficio de limpiavidrios en los semáforos de la ciudad.

Según Hugo, la recepción de la gente en Reconquista “ha sido muy positiva en comparación con la ciudad de Córdoba”. Describe a los habitantes de Reconquista como personas tranquilas y de buen corazón, que lo conocen y lo apoyan en su labor.

La rutina de un limpiavidrios:

Hugo trabaja principalmente en las horas pico, desde las siete de la mañana hasta aproximadamente las once. En días de mucho calor, reduce su horario debido a las altas temperaturas. Su trabajo se centra en aprovechar el tiempo que los semáforos detienen los autos para limpiar los vidrios.

Uno de los aspectos más notables de los limpiavidrios como Hugo es su capacidad para medir el tiempo sin necesidad de relojes. Saben cuánto tiempo tienen disponible en cada semáforo para realizar una limpieza eficiente.

Desafíos y perseverancia:

Limpiar vidrios en los semáforos no siempre es un trabajo constante. Hugo nos cuenta que “muchas veces los autos pasan sin detenerse”, lo que puede ser desalentador. Sin embargo, destaca la importancia de mantener una actitud positiva y no desanimarse.

Antes de dedicarse a limpiar vidrios, Hugo intentó buscar trabajo de manera más tradicional, pero a sus 56 años, se encontró con que “las empresas preferían contratar a personas más jóvenes”. Esto lo llevó a buscar alternativas de subsistencia.

Ayudas económicas y trabajos adicionales:

Hugo y su esposa, quien recibe una pensión de 121 mil pesos, cuentan con este ingreso como apoyo económico. Además, su esposa “trabaja como empleada doméstica por hora” para aumentar sus ingresos.

En cuanto a sus ganancias como limpiavidrios, varían según el día y las condiciones climáticas. En días buenos, como el que tuvimos el placer de entrevistar a Hugo, puede ganar lo suficiente para su comida del día.

Colaboración entre limpiavidrios:

En la esquina donde trabaja Hugo, comparte el espacio con otro limpiavidrios en el turno de la tarde. Ambos se organizan para rotar en los semáforos y garantizar que cada uno tenga la oportunidad de trabajar.