Sectores del Partido por el que se postula a la presidencia a Ciro Gómez -tercero en las encuestas con entre el 7 y el 9% de la intención de voto- llaman a un “voto útil” para que el favorito pueda vencer a Bolsonaro.
La candidatura de Ciro Gomes, tercero en las encuestas para las elecciones del 2 de octubre en Brasil, con entre el 7 y 9% de intención de voto, está siendo puesta en duda por parte del propio Partido Democrático Laborista (PDT), la fuerza heredera del varguismo, donde existe un ala que pugna por el llamado “voto útil” para que el favorito, el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, pueda vencer al mandatario Jair Bolsonaro en la primera vuelta.
Dirigentes y referentes históricos del PDT, el partido cuyo mayor líder de la historia moderna es el fallecido Leonel Brizola, exgobernador de Río Grande do Sul y de Río de Janeiro, promovieron un manifiesto para romper con la candidatura de Gomes y apoyar a Lula.
El documento se llama “Laboristas por la democracia: el voto necesario” y está firmado por 17 dirigentes y exdirigentes del PDT vinculados a Brizola, que le piden a Gomes que desista de su candidatura para permitir la victoria del líder del Partido de los Trabajadores (PT) en primera vuelta.
Estos dirigentes, entre ellos parte del directorio del partido en el estado más grande y rico del país, San Pablo, consideran que Ciro Gomes no pertenece más al campo progresista por sus ataques contra Lula, según el manifiesto de los llamados brizolistas.
La situación empeoró cuando el exministro de Integración Nacional de Lula por tres años dejó de criticar a Bolsonaro para hacer foco en golpear al líder del PT. Incluso hay declaraciones de Gomes que están siendo usadas en las redes por los bolsonaristas.
Varios directorios regionales del PDT anunciaron estar contra de los guiños de neutralidad para una segunda vuelta y se rebelaron contra el tono de confrontación de Gomes contra Lula.
Gomes ingresó al PDT, del cual es vicepresidente, en 2015, luego de haber transitado desde 1982 por varios partidos de todo el espectro político: forma parte de la familia Ferreira Gomes, que domina parte de la política en el estado de Ceará, en el noreste.
Industrialista, desarrollista, identificado con las banderas de la izquierda nacional, Gomes fue ministro de Economía durante algunos meses en 1994 del Gobierno de Itamar Franco cuando estaba afiliado al Partido de la Social Democracia Brasileña del exmandatario Fernando Henrique Cardoso.
Cuarta candidatura
Esta es su cuarta candidatura presidencial, pero el rompimiento con el PT se dio en 2018, cuando Lula estaba preso por la Operación Lava Jato, e intentó ser el candidato que podía derrotar a Bolsonaro.
Sin embargo, Gomes salió tercero con 12% de los votos y el actual mandatario de ultraderecha venció a en el balotaje a Fernando Haddad, del PT.
En la campaña para la segunda vuelta de 2018, el PDT apoyó a Haddad, pero Gomes se fue un mes a París de vacaciones y no participó del apoyo al PT contra Bolsonaro.
El PDT
El PDT formó parte de los gobiernos de Lula y de Dilma Rousseff, aunque sectores vinculados a la derecha del partido apoyaron el impeachment contra la expresidenta en 2016.
El partido es el continuador de la fuerza política “trabalhista” fundada por el expresidente Getulio Vargas y quedó opacada sobre todo en el campo sindical en los años 70 con la irrupción del nuevo sindicalismo que expresaba Lula en la metalurgia paulista y la fundación del PT.
El laborismo también es el partido con el que se identifica Joao Goulart, presidente derrocado en 1964, que murió 12 años después en circunstancias opacas en Corrientes, Argentina, durante su exilio.
Uno de los nietos del líder laborista Brizola, Leonel Brizola Neto, afirmó en las redes sociales que los laboristas “tienen obligación de respetar el legado” de su abuelo, cuando en 2002 dejó de apoyar a Ciro Gomes y decidió apoyar a Lula en la primera vuelta de aquel año.
“Somos los herederos políticos de Brizola y el momento en el cual estamos viviendo nos convoca a la tarea histórica de elegir a Lula presidente”, señaló.
Gomes ha dicho que esta será su última campaña presidencial, luego de haber sido un exitoso intendente de Fortaleza y gobernador de Ceará, desde donde ha revolucionado parte de la educación pública.
La división del PDT se hizo enfática cuando Gomes fue a la radio de ultraderecha y bolsonarista Jovem Pan y dijo que no pretendía elegir, en caso de balotaje, quién era mejor para Brasil, si Lula o Bolsonaro.
Otro punto débil que le quitó aliados fue cuando la semana pasada, en la Federación Industrial de Río de Janeiro, felicitó a los empresarios por ser un público calificado para expresar sus ideas: “Imaginen hablar de estas cosas en las favelas”, fue su comentario, que se viralizó.
La campaña de Gomes no logró, pese a tener el tercer lugar en las encuestas, lograr alianzas con otros partidos.
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