Alarma a los inversores que cada vez haya más países en cuarentena. Estiman que la economía de EEUU retrocederá 74 años.
Los mercados financieros mundiales recibían un nuevo impacto el lunes, ya que el aumento de países en cuarentena por el coronavirus amenazaba con ensombrecer los frenéticos esfuerzos de las autoridades monetarias para aliviar lo que es probable sea una gran recesión global.
Las acciones europeas se hunden un 4,5% en su apertura y los mercados de materias primas también sufrían fuertes ventas, mientras la cifra global de muertes por el virus superaba las 14.000.
Los inversores intentaban buscar refugio en bonos gubernamentales ultraseguros y en el yen, pero la incertidumbre sobre cuándo podrá volver la normalidad hacía que hubiera pocos sitios donde esconderse.
“El aumento del deterioro en el brote de COVID-19 está dañando gravemente a la economía global”, advirtieron analistas de Morgan Stanley el lunes. “Esperamos que el crecimiento mundial se hunda a cerca de los mínimos de la crisis financiera global y que el de Estados Unidos caiga a su nivel más bajo en 74 años en 2020.”
Goldman Sachs envió una advertencia similar y, en un aperitivo de las malas noticias que habrá más adelante, los futuros e-Mini del índice S&P 500 se desplomaban un 3,5% y el referencial mundial de acciones de MSCI cedía un 1,6%, a mínimos de casi cuatro años.
El índice más amplio de MSCI de acciones Asia-Pacífico excluyendo Japón perdió un 5,4%, con un declive récord del 10% en Nueva Zelanda en un momento, cuando el gobierno cerró todos los negocios no esenciales.
Las acciones referenciales en Shanghái cayeron un 3,3%, aunque el Nikkei mejoró un 2% por expectativas de una compra de activos más agresiva por parte del Banco de Japón. En Australia, el S&P/ASX200 se desplomó un 5,62%, hasta cotas no vistas en siete años.
El rendimiento de los bonos referenciales del Tesoro estadounidense a 10 años bajaba al 0,80%, tras haber caído al 0,84% el viernes desde el 1,28%. Sus pares alemanes operaban en torno al -0,36%, con un declive de más de 20 puntos básicos desde los máximos de 10 meses de la pasada semana.
En los mercados cambiarios, el dólar empezó firme, pero se depreciaba luego un 0,5%, a 110,31 yenes, mientras que el euro recuperaba pérdidas y ganaba un magro 0,1%, a 1,0705 dólares.
El avance sostenido del billete verde minaba al oro, que perdía un 0,3%, a 1.493,83 dólares la onza, mientras que los precios del crudo se desplomaban con fuerza.
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