Marega: “Se llegó a un acuerdo por ambas partes de algo que hace muchos años veníamos en conflicto”

El propietario de una parte del terreno ubicado en Guadalupe Oeste habló en La Grieta sobre la firma del boleto de compra-venta con el municipio.

Se trata de un terreno con un total de 18 hectáreas, de las cuales una tercera parte indivisa es propiedad de Rómulo Marega. Este acuerdo que se firmó ayer entre el propietario y el municipio permitirá el acceso a la tierra y soluciones habitacionales para familias de Reconquista.

Rómulo Marega expresó que “se llegó a un acuerdo por ambas partes de algo que hace muchos años veníamos en conflicto”.

“La iniciativa de parte mía de hacer alguna negociación con el municipio arrancó desde el día cero que me usurparon en el 2010 o 2011, así que son 10 u 11 años de la primera usurpación”. Contó que tenía pensado emprender un proyecto privado en ese terreno, pero “lamentablemente en este país para tratar de hacer cualquier proyecto la burocracia de presentaciones de papeles te lleva un montón de tiempo y me terminaron usurpando los terrenos, por lo cual cayó todo lo que uno tenía planificado”, manifestó. “Ya estaba inclusive la gente que me iba a acompañar y que íbamos a hacer algunas cosas en conjunto”.

Sobre el terreno en cuestión, explicó no se pudo llegar a la división del condominio y que de las 18 hectáreas en total, él es dueño de una tercera parte, “son 6 hectáreas de las cuales no hay un lugar fijo, no está hecha la división del condominio”. Los dueños de las otras dos partes serían hermanos de la abuela de Marega, pero la sucesión todavía no está resuelta. La Municipalidad de Reconquista para poder hacer uso del resto del terreno tendrá que decidir si opta por la expropiación u otra alternativa.

Marega contó que en el 2018 hubo una segunda usurpación. Expuso que “hace 11 atrás la justicia tan lenta, la anterior a la que tenemos, me citaron a infinidad de audiencias en las cuales estaba solo y no se presentaban los usurpadores ni el municipio en ese momento, por lo que terminó cayendo y quedando en un saco roto”, haciendo referencia a su primera denuncia por usurpación.

Y continuó: “Cuando cambia la justicia en la provincia, hago una nueva denuncia de usurpación de lo viejo -de lo que yo estaba en el viejo derecho-, vuelvo a hacer en Fiscalía una denuncia para renovar esa denuncia que tenía anteriormente y a los pocos días me usurpan por segunda vez. Entonces, me presento nuevamente en Fiscalía y hago una nueva denuncia de una nueva usurpación, y ahí la justicia sí actuó; los fiscales se pusieron al frente e hicieron las cosas muy bien, se desalojó y el municipio participó en el trabajo de desalojo”.

“Y de ahí despacito empezamos a tener diálogo, que es lo que yo resalté ayer cuando hablé que cuán importante fue el poder sentarnos y poder charlar”, sostuvo el propietario.