Un estudio realizado por MapBiomas reveló que la minería ilegal en Brasil ha aumentado en 35,000 hectáreas durante el año 2022 en comparación con el año anterior.
El crecimiento se ha concentrado principalmente en la Amazonia, que representa el 92% del área minada en el país. La extracción de oro es la principal motivación de los buscadores, ocupando el 85.4% de las 263,000 hectáreas explotadas para este mineral. Además, se ha observado una concentración de la actividad minera en áreas protegidas, como parques nacionales y tierras indígenas.
El estudio muestra que las áreas protegidas más afectadas son los Parques Nacionales Jamanxin, Rio Novo y Amazônia, así como la Tierra Indígena Yanomami. A pesar de las prohibiciones, estas áreas han sido explotadas durante más de 20 años, pero las imágenes de satélite evidencian un aumento en los últimos 10 años. La expansión de la minería en áreas protegidas ha sido un 190% mayor en 2022 en comparación con hace cinco años. Se estima que el 39% del área minada en Brasil se encuentra dentro de tierras indígenas o áreas de conservación.
La minería ilegal también ha generado graves consecuencias ambientales, como la contaminación de los ríos y sus aguas. Según MapBiomas, las cuencas más afectadas por la actividad minera son las del Tapajós, Teles Pires, Jamanxim, Xingu y Amazonas.
Estas cinco cuencas representan el 66% del área minada en el país. A pesar de estos hallazgos preocupantes, no se ha registrado un crecimiento en la minería industrial, que se mantuvo en 180,000 hectáreas durante los años 2021 y 2022.
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