Pasaron 48 horas y no hay rastros de Pablo Ovando ni de su hijo: crece la angustia en Reconquista

La incertidumbre se transforma en desesperación. Ya pasaron 48 horas desde que Pablo Ovando, de 44 años, reconocido guía de pesca de Reconquista, y su hijo Agustín, de apenas 3 años, desaparecieron en las aguas del río, y aún no hay ninguna pista concreta sobre su paradero.

La búsqueda comenzó el mismo martes por la noche, cuando familiares y colaboradores notaron que Pablo y su pequeño no regresaban como estaba previsto. El último contacto se dio ese martes 15 de abril a las 14:30. Desde entonces, todo es silencio.

Horas más tarde, la embarcación en la que habían salido fue hallada anclada en la zona de El Palma. Adentro estaban los salvavidas, pero no había señales de ninguno de los dos. Este dato fue clave para encender todas las alarmas.

Prefectura Naval Argentina continúa con un operativo de rastrillaje intenso por agua y por tierra, mientras que decenas de amigos, colegas, guías de pesca y allegados a la familia se sumaron a la búsqueda por cuenta propia. La solidaridad crece con el correr de las horas, pero también lo hace la angustia.

Valeria, esposa de Pablo y madre de Agustín, permanece en el lugar, acompañada por familiares, esperando noticias. “No perdemos la esperanza, pero necesitamos respuestas ya”, dijo una amiga de la familia que acompaña desde el primer momento.

Pablo Ovando es muy querido en el ambiente del turismo y la pesca deportiva. Propietario de Pirayú Excursiones, ha guiado durante años a visitantes por el Jaaukanigás y es reconocido por su profesionalismo y calidez. La noticia de su desaparición conmovió a toda la región.

Por estas horas, no se descarta ninguna hipótesis. Las tareas de búsqueda se han intensificado, pero hasta el momento sin novedades positivas.

La comunidad de Reconquista, junto a los equipos de rescate, mantiene viva la esperanza de encontrar con vida a Pablo y Agustín. Mientras tanto, el reloj avanza y la angustia se hace cada vez más difícil de sobrellevar.