La organización no gubernamental Reporteros Sin Fronteras (RSF) inició hoy un procedimiento ante la Corte Penal Internacional (CPI) tras los bombardeos israelíes contra un edificio con oficinas de medios de comunicación en Gaza, al considerar que podría tratarse de un “crimen de guerra”, y luego de que el premier israelí, Benjamin Netanyahu, expresara que fue “un objetivo perfectamente legítimo”.
“Desde hace una semana, las oficinas de 23 medios locales e internacionales han sido destruidos por bombardeos aéreos israelíes de precisión”, declaró RSF en el pedido enviado a la fiscal general, Fatou Bensouda, replicó la agencia de noticias AFP.
“RSF considera que apuntar voluntariamente contra medios y destruir totalmente y de forma intencionada sus equipos supone un crimen de guerra en virtud del artículo 8 del Estatuto de Roma”, agregó la ONG.
“El ejército israelí no solo infligió daños materiales muy importantes a las redacciones, cuyos periodistas, equipos e instalaciones son personas y bienes protegidos conforme a la protección debida a la población civil. También entorpeció la cobertura mediática de un conflicto que afecta directa y gravemente a la población civil”, denunció RSF.
El edificio de 13 plantas que albergaba, entre otros, los equipos de la cadena de información catarí Al Jazeera y de la agencia de prensa estadounidense Associated Press (AP) fue destruido ayer por misiles, luego de que el ejército israelí solicitara su evacuación.
Hoy, un día después del ataque, el premier israelí, Benjamin Netanyahu, expresó que en la Torre Jala, donde estaban los periodistas, también funcionaba “una oficina de inteligencia de la organización terrorista palestina que prepara y organiza ataques terroristas contra civiles israelíes”, en alusión a Hamas.
“Entonces, es un objetivo perfectamente legítimo”, argumentó el premier a la cadena de televisión estadounidense CBS, y agregó que Israel “comparte con nuestros amigos estadounidenses toda esta información”.
Netanyahu reafirmó el “derecho natural a la autodefensa” de Israel y aseguró: “haremos lo que sea necesario para restablecer el orden y la calma, la seguridad de nuestro pueblo y la disuasión”.
“Estamos tratando de reducir la capacidad de Hamas y su voluntad de volver a hacer esto. Llevará tiempo, espero que no demasiado, pero no es inmediato”, agregó, además de acusar que Hamas se esconde “detras de sus civiles usándolos como escudos humanos”.
Por su parte, la editora y vicepresidenta de AP, Sally Buzbee, dijo a CNN que no sabía qué información manejaba el ejército israelí, y exigió una “investigación independiente sobre lo sucedido”.
Esta no es la primera vez que RSF inicia un procedimiento ante la CPI; la organización abrió uno previo luego de que “el ejército israelí apuntara intencionadamente contra varias decenas de periodistas palestinos que cubrían las manifestaciones llamadas ‘La marcha del retorno’ en la primavera de 2018”.
Por este motivo, la ONG solicitó a través del documento remitido a la Fiscalía general que incluya los acontecimientos de los últimos días en la investigación abierta en marzo sobre supuestos crímenes en los Territorios Palestinos, una iniciativa que Israel rechazó pero que los palestinos acogieron con entusiasmo.
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