En una tarde que prometía ser de camaradería y diversión, la desgracia se apoderó del Barrio La Cortada, Reconquista, cuando José Luis “Pipi” Aranda, un joven de 18 años, encontró un destino trágico en las aguas del Arroyo del Rey. El reloj marcaba las 18:20 horas del jueves 4 de enero del 2024 cuando la Policía recibió el desgarrador llamado de alerta.
Según el relato de Elías Fernández, uno de los presentes en la fatídica escena, un grupo de amigos se congregó a orillas del arroyo con la intención de disfrutar de una tarde de pesca en un bote. Sin embargo, la diversión se transformó en horror cuando “Pipi” Aranda decidió zambullirse en las aguas del Arroyo del Rey. Su cuerpo, en lugar de emerger triunfante, se sumió en la corriente sin dejar rastro alguno.
La fiscal de turno, Georgina Díaz, rápidamente inició una “investigación actuada”, solicitando que se recabaran testimonios de todos los testigos presentes en el lugar. El objetivo: arrojar luz sobre las circunstancias que rodearon la trágica muerte de José Luis Aranda.
La mañana del viernes se presenta con la difícil tarea de buscar el cuerpo del joven fallecido. Un contingente compuesto por agentes de policía ataviados con sus distintivas indumentarias azules y efectivos especializados en rescate de los bomberos, y “Pumas”, retomarán la búsqueda en el Arroyo del Rey.
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