El Ejército afirmó que el oficial murió durante un ataque contra el cuartel general de Sebastopol, en la península de Crimea anexada por Rusia. “Treinta y cuatro oficiales, entre ellos el comandante de la flota rusa del mar Negro, murieron”, dijeron los militares ucranianos. Este lunes también se informó de la llegada de los primeros blindados provenientes de los Estados Unidos.
Ucrania aseguró este lunes que mató al comandante de la flota rusa en el mar Negro en su ataque del viernes contra el cuartel general de ese cuerpo en Sebastopol, en la península de Crimea anexada por Moscú, y anunció la llegada de los primeros tanques estadounidenses Abrams, que pueden resultar claves en las últimas semanas de buen clima antes del frío.
“Treinta y cuatro oficiales, entre ellos el comandante de la flota rusa del mar Negro, murieron” como consecuencia del ataque del viernes, afirmaron las fuerzas especiales ucranianas en la red Telegram, en la que detallaron además que “otros 105 ocupantes resultaron heridos” y que “el edificio del cuartel general no puede ser reparado”.
El comunicado no mostró pruebas de la veracidad de las afirmaciones, y Rusia, como hace habitualmente, no comunicó sus bajas, informó la agencia de noticias AFP.
Moscú indicó el viernes que solo un militar estaba desaparecido tras el ataque que dañó de manera considerable la sede de su flota del mar Negro.
En tanto, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, anunció la llegada de los primeros tanques estadounidenses Abrams y celebró la “buena noticia”, horas después de un ataque ruso contra las instalaciones portuarias en la región de Odesa, en el sur del país, sobre el mar Negro.
“Buenas noticias del ministro (de Defensa, Rustem) Umerov: ‘Los Abrams ya se encuentran en Ucrania y se están preparando para reforzar nuestras brigadas'”, dijo Zelenski en un comunicado en las redes sociales, sin precisar cuántos blindados llegaron.
El presidente se mostró “agradecido a los aliados por las promesas cumplidas”.
Zelenski estuvo de gira la semana pasada para instar a las potencias occidentales a proporcionarle más armamento para fortalecer una contraofensiva que Ucrania lanzó en junio en zonas del este y sur del país ocupadas por Rusia desde que la invadió, en febrero de 2022.
Luego de visitar Estados Unidos y de dar su discurso ante la Asamblea General de la ONU, en Nueva York, Zelenski terminó su gira el viernes en Canadá, donde habló ante el Parlamento en un evento al que se invitó a un veterano nazi, ovacionado por Zelenski y todos los legisladores.
La entrega de estos tanques había sido anunciada la semana pasada por el presidente estadounidense Joe Biden durante una visita a la Casa Blanca de Zelenski en busca de un apoyo adicional en plena contraofensiva ucraniana.
Estados Unidos le había prometido a Ucrania 31 tanques Abrams en total, equipados con municiones de uranio empobrecido de 120 milímetros.
Esas municiones pueden perforar los blindados, pero también son controvertidos a raíz de los riesgos tóxicos para los militares y su población.
Esos primeros blindados fueron suministrados a Kiev con “meses de adelanto” respecto de lo previsto, afirmó el diario estadounidense New York Times.
En tanto, un ataque con aviones no tripulados y misiles rusos cerca de la ciudad de Odesa dañó infraestructura portuaria, un silo de granos y un hotel abandonado, y dejó una persona herida, informaron las autoridades locales.
Al caer la noche, Moscú, por su parte, aseguró que derribó varios drones lanzados por Ucrania contra Crimea, dos regiones de su territorio y en el mar Negro.
Rusia “atacó la región de Odesa con drones ofensivos y dos tipos de misiles”, dijo el gobernador local, Oleg Kiper, en Telegram, mencionando varios “bombardeos”, entre ellos el ataque a una “infraestructura portuaria”, informó la agencia de noticias AFP.
Según el Ejército ucraniano, Rusia empleó en el ataque contra la ciudad de Odesa 19 drones Shahed, de fabricación iraní, y dos misiles supersónicos Onyx.
Un proyectil Onyx alcanzó un almacén de granos “vacío” en el puerto, declaró Natalya Gumenyuk, vocera del Ejército, que calificó el ataque de “masivo”.
El balneario de Odesa sufrió daños “importantes” y se declaró un incendio, rápidamente extinguido, en un edificio hotelero.
Las fuerzas rusas atacan regularmente esta región del sur de Ucrania, que domina el mar Negro y alberga infraestructuras portuarias vitales para el comercio marítimo.
Los ataques aumentaron desde julio, cuando se abandonó el acuerdo cerealero que permitía a Ucrania exportar libremente su producción.
No obstante, el domingo llegó un segundo carguero de granos ucraniano a Estambul, a través de un corredor marítimo implementado por Kiev en el mar Negro pese a las amenazas de Moscú de bombardear los barcos que entren o salgan de Ucrania.
La ciudad de Krivoi Rog, donde nació Zelenski, en la región de Dnipropetrovsk, también fue atacada anoche, pero la defensa antiaérea “funcionó contra los drones enemigos”, dijo el gobernador Serguii Lisak.
Por su lado, el Ministerio de Defensa ruso afirmó que cuatro drones ucranianos fueron destruidos en Crimea y el noroeste del mar Negro.
El Ministerio de Defensa ruso dijo que sus defensas aéreas derribaron tres drones ucranianos sobre la región de Kursk y otros tres sobre la región de Briansk.
Más tarde, las autoridades instaladas por Moscú en Crimea indicaron que estaba en curso un ataque con misiles contra la península ucraniana y que las defensas antiaéreas rusas derribaron un misil.
“Nuestro ejército está repeliendo un ataque con misiles. Según datos preliminares, la defensa aérea derribó un misil cerca del aeródromo de Belbek. Los esfuerzos continúan”, dijo en Telegram el gobernador de Sebastopol instalado por Moscú, Mijail Razvozhayev.
También este lunes, el Ministerio del Interior ruso agregó al presidente de la Corte Penal Internacional (CPI), el polaco Piotr Hofmanski, en su lista de personas más buscadas, sin precisar el motivo, según mostró la base de datos de búsqueda del ente ruso.
“Buscado en el marco de una investigación penal”, indicó el Ministerio del Interior en su base de datos de personas buscadas, según las agencias estatales Tass y Ria Novosti.
En marzo de 2023, la CPI emitió una orden de arresto contra el presidente ruso, Vladimir Putin, y la comisionada rusa para los derechos del niño, Maria Lvova-Belova, por su supuesto papel en la deportación de niños de Ucrania a Rusia.
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