La soledad como opción ¿buena o mala?

El Psicólogo reconquistense Jorge Gabioud habló con eu! sobre las personas que deciden vivir solas en medio de un mundo cada vez más conectado.

Gabioud sostiene que “hay una gran paradoja” hoy en la sociedad moderna donde “se impulsa al sujeto a que sea libre, autónomo, se predica la independencia, y por otro lado se lo empuja a vivir en sociedad, hiperconectado, sumamente enlazado con los demás”.

“Hay personas que disfrutan mucho más de la soledad y otras personas que la padecen”, dice y agrega que “la soledad, pese a que se la suele asociar a una cuestión negativa, no es negativa por sí misma. Hay gente que lo vive con un sentimiento muy doloroso y otro que la vive muy alegremente a la soledad”.

“Cuando alguien ve a un individuo sólo tienden, como en la mayoría de las cosas de la vida, a asociarlas con su percepción de las cosas, entonces emiten un juicio. El juicio sobre la soledad muchas veces se la relaciona a la desventura amorosa, a los ancianos, a las personas excluídas, y no necesariamente eso es lo que le pasa a la persona sola. Y en el mundo actual, que es mucho más individualista, aparece esto de las nuevas soledades. Es decir, de la constitución del sujeto que vive muchas cosas en soledad. Entonces, tenemos que tener en cuenta que hay mucha diversidad en esto de vivir solo y vivir mal o vivir solo y vivir bien”, siguió el psicólogo.

¿Es necesario saber vivir solo?

“Así como uno tiene que aprender a vivir en comunidad también uno tiene que aprender a vivir solo”, remarcó.

“En la educación que uno le da a los hijos, o en la educación que le da a los hijos es tan importante aprender a compartir cosas con el otro como aprender a tener momentos donde uno puede desprenderse del otro, sobre todo para no crear vínculos desde la dependencia o vínculos desde el ascetismo* o desde la conducta anti gregaria o muy egoista. Creo que las dos cosas son muy importantes en la conformación de la personalidad, sobre todo con estas características actuales donde la soledad aparece con una nueva dimensión y una nueva impronta muy fuerte”, finalizó.

* Ejercicio y práctica de un estilo de vida austero y de renuncia a placeres materiales con el fin de adquirir unos hábitos que conduzcan a la perfección moral y espiritual.