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Algodonera Avellaneda solicita apertura de Concurso de Acreedores: Los detalles

En una medida para enfrentar el difícil contexto financiero y estructural en el que se encuentra, Algodonera Avellaneda, una de las empresas del Grupo Vicentín, ha solicitado ante la justicia la apertura de su Concurso de Acreedores.

Con esta solicitud, la firma busca reorganizar sus finanzas y asegurar la continuidad laboral de sus 400 empleados. En un panorama cargado de incertidumbres para la industria textil en Argentina, el director de la empresa, Héctor Vicentín, ofreció detalles sobre la situación y los desafíos que enfrentan.

¿Qué significa un Concurso de Acreedores y cuáles son sus primeros pasos?

Un Concurso de Acreedores es un procedimiento legal previsto en la Ley de Concursos y Quiebras (Ley N.º 24.522 en Argentina) que permite a las empresas en dificultades financieras reorganizar sus deudas bajo supervisión judicial. Este mecanismo tiene como objetivo evitar la quiebra y la liquidación total de la empresa, brindándole una oportunidad para negociar con sus acreedores, restaurar la estabilidad financiera y, en última instancia, preservar los empleos.

El proceso se inicia con una solicitud formal de la empresa deudora ante el juzgado competente, acompañada de información detallada sobre su situación financiera, el estado de su patrimonio, su activo y su pasivo. La presentación de esta solicitud implica el reconocimiento de la incapacidad de la empresa para afrontar sus obligaciones de pago de manera inmediata y la necesidad de obtener una estructura que le permita negociar con sus acreedores en condiciones ordenadas y supervisadas.

Primeros pasos en el procedimiento de Concurso de Acreedores

De acuerdo con la Ley de Concursos y Quiebras, el proceso de apertura de un Concurso de Acreedores implica varios pasos clave:

  1. Presentación de la Solicitud: La empresa debe presentar una solicitud de apertura del concurso ante el juzgado correspondiente, explicando su situación de insolvencia. En este paso, se incluye un listado de acreedores y de todos los bienes y recursos con los que cuenta la empresa.

  2. Evaluación Judicial y Resolución de Apertura: Una vez presentada la solicitud, el juzgado revisa la documentación aportada para decidir si procede la apertura del concurso. Esta resolución establece la apertura formal del procedimiento concursal y nombra un síndico que será el encargado de supervisar y auditar el proceso en representación de los acreedores.

  3. Publicación y Notificación: Tras la resolución de apertura, se realiza una publicación en el Boletín Oficial y en otros medios locales para notificar formalmente a los acreedores y al público en general sobre la situación de la empresa.

  4. Período de Verificación de Créditos: En esta fase, los acreedores deben presentar sus créditos al síndico, quien verifica cada uno de ellos y los clasifica según su tipo y naturaleza. Este es un paso clave para determinar el alcance real de las obligaciones de la empresa y facilitar la negociación de un acuerdo que permita la reestructuración de la deuda.

  5. Propuesta de Acuerdo y Negociación: La empresa deudora debe elaborar una propuesta de acuerdo, en la cual se especifican las condiciones de pago y cualquier modificación a las condiciones originales de la deuda. Esta propuesta es sometida a la negociación con los acreedores, quienes deben aceptar o rechazar el plan.

  6. Homologación Judicial del Acuerdo: Si la mayoría de los acreedores acepta la propuesta de acuerdo, esta es presentada ante el juez para su homologación. En caso de ser aprobada, el acuerdo pasa a tener efecto vinculante para todos los acreedores, y la empresa se compromete a cumplir con las condiciones establecidas en el plan.

La situación de Algodonera Avellaneda y el impacto de la coyuntura económica

En sus declaraciones, Héctor Vicentín describió un contexto económico complejo que ha afectado directamente a Algodonera Avellaneda. La empresa viene atravesando dificultades en medio de una industria textil golpeada por la apertura de las importaciones y una cosecha algodonera deficiente en cantidad y calidad. Vicentín explicó que los últimos años fueron especialmente difíciles debido a la falta de financiamiento tras la crisis que afecta a Vicentín, empresa matriz del grupo al que pertenece la algodonera.

Vicentín expresó: “Ayer, después de pasar un proceso muy complicado estos últimos años, nos vimos en la necesidad de presentarnos a concurso de acreedores. Después de lo que está sucediendo con Vicentín, en la algodonera nos pegó fuerte, quitándonos la fuente de financiación”.

Además, resaltó la situación de la industria textil argentina, que enfrenta fuertes desafíos. “En estos últimos tiempos, el contexto nacional de la apertura de las importaciones ha afectado a la industria textil, que está pasando por un momento complicado en Argentina. La cosecha algodonera fue pobre, la calidad de la fibra también. Quisimos aguantar lo más posible, pero no logramos enderezar financieramente, y ayer tuvimos que tomar, lamentablemente, esa resolución”, expresó.

¿Qué implica para Algodonera Avellaneda estar en un Concurso de Acreedores?

Para Algodonera Avellaneda, el Concurso de Acreedores representa una oportunidad para reorganizarse sin interrumpir sus actividades productivas. Esta herramienta permitirá a la empresa establecer un plan de pagos para cumplir sus obligaciones financieras y evitar medidas judiciales que podrían conducir a la liquidación.

Un Concurso de Acreedores también impone restricciones a la empresa en sus decisiones patrimoniales y la somete a una estricta supervisión judicial, en la que el síndico juega un rol fundamental. El síndico no solo evalúa los créditos presentados por los acreedores, sino que también vela por el cumplimiento de las obligaciones de la empresa, generando un balance entre los derechos de los acreedores y la posibilidad de la deudora de reorganizarse.

Vicentín señaló que, a pesar de esta situación, la empresa mantiene sus operaciones y busca alternativas para asegurar su continuidad. “En Algodonera Avellaneda trabajan aproximadamente 400 empleados, y vamos a seguir trabajando. La idea del concurso es ordenar financieramente la empresa. Estamos en tratativas con otras empresas interesadas en financiar y hacerse cargo de los costos o incluso asociarse para seguir trabajando”, indicó el director.

Esta apertura al diálogo y a nuevas asociaciones es un paso importante, pues permite a Algodonera Avellaneda mantener la producción y los empleos mientras trabaja en su reorganización. Según lo que estableció Vicentín, el compromiso de la empresa es no solo mantener los puestos de trabajo, sino también asegurar el cumplimiento de los salarios y derechos laborales de sus empleados: “El objetivo es no dejar a nadie afuera y que cobren el 100% de su salario; en este momento lo estamos cumpliendo”.

Perspectivas y próximos pasos

Con la apertura del concurso, la empresa ingresará en un proceso de reestructuración que se extenderá por varios meses. Durante este tiempo, Algodonera Avellaneda deberá presentar un plan de pago a sus acreedores que refleje un balance entre sus posibilidades de pago y las expectativas de los acreedores.

Si bien el proceso es complejo y está sujeto a varios factores externos, desde la empresa son optimistas respecto a lograr acuerdos que permitan la continuidad. La búsqueda de inversores y posibles asociaciones demuestra una estrategia para diversificar su respaldo financiero y reducir su dependencia exclusiva de la estructura del grupo Vicentín.

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