Reconquista SF

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Carta abierta de despedida

Queridas lectoras y queridos lectores de ReconquistaSF.com.ar:

Es difícil encontrar las palabras exactas cuando uno siente que cierra una etapa tan significativa de su vida. No es sencillo escribir esta carta. No es sencillo admitir que este proyecto que comenzó con una mezcla de ilusión, ambición, compromiso y un profundo amor por el periodismo regional, hoy llega a su fin. Y no porque se haya agotado el deseo de informar, ni porque el entusiasmo se haya extinguido. La razón es mucho más humana y simple: los tiempos de la vida no siempre permiten que sostengamos cada uno de los sueños que decidimos abrazar.

Durante estos años, ReconquistaSF.com.ar fue mucho más que una web de noticias. Fue un puente entre las historias cotidianas y el pulso de nuestra región. Fue una manera de contar qué ocurría en nuestras calles, en nuestros barrios, en las instituciones, en la cultura y en la política. Fue la herramienta con la que intenté acercar la información de calidad a miles de personas que, día tras día, confiaron en este medio para entender la actualidad y, también, para encontrar un espacio donde se respete su inteligencia y su tiempo.

Cada mañana comenzaba con el ritual de revisar titulares, contrastar datos, verificar fuentes, redactar con cuidado cada párrafo. Muchas veces, la jornada de trabajo no terminaba con el anochecer. Hubo madrugadas de emergencias, de coberturas inesperadas, de llamadas que llegaban con la urgencia de un hecho que reclamaba ser contado sin demoras. Recuerdo, por ejemplo, cuando un temporal azotó la región y durante largas horas mantuvimos la actualización permanente para que ustedes, los lectores, pudieran saber qué pasaba, qué rutas estaban cortadas, quiénes necesitaban ayuda. O cuando ocurrió un accidente trágico y nuestra tarea fue narrar los hechos con el mayor respeto posible, comprendiendo que detrás de cada noticia hay familias, hay dolores, hay emociones que merecen ser tratadas con empatía.

Siempre creí que el periodismo que se hace en las ciudades intermedias y en los pueblos tiene un valor que muchas veces se subestima. Aquí nos conocemos, compartimos espacios, cruzamos miradas en la calle. Contar lo que sucede en este entramado humano tan próximo implica un compromiso ético profundo. Significa cuidar la palabra, no usarla para dañar, pero tampoco callar cuando la verdad necesita salir a la luz. Eso intenté hacer, con aciertos y errores, con la humildad de quien sabe que la perfección no existe, pero que cada día puede –y debe– intentar mejorar.

Hoy, al mirar hacia atrás, siento un orgullo sereno por todo lo recorrido. ReconquistaSF.com.ar nació en un momento donde el ecosistema digital local aún estaba en proceso de expansión. Muchos creían que era una osadía pretender crear un sitio independiente, con actualización constante, en un contexto donde las grandes plataformas parecían arrasar con todo. Sin embargo, demostramos que había espacio para un periodismo de cercanía, para la noticia de calidad contada con responsabilidad. Y esa respuesta no la dio ninguna métrica abstracta, sino ustedes, que nos acompañaron con su lectura fiel.

Recuerdo cuando superamos los primeros mil lectores diarios. Fue un hito que celebré como si fuera el logro más extraordinario del mundo. Y luego llegaron los cinco mil, los diez mil, los veinte mil. Números que para algunos serán modestos si se comparan con gigantes nacionales, pero que para mí siempre tuvieron el peso inmenso de lo auténtico. Cada click fue una persona que decidió detenerse, interesarse, confiar en nuestro contenido. No hay recompensa más valiosa que esa.

La vida, sin embargo, es una sucesión de ciclos. Hoy, mi presente personal y profesional me reclama otros proyectos que también me apasionan, que me necesitan con la misma entrega con que alguna vez imaginé esta página web. Y he comprendido que intentar sostener todo a la vez sería faltarles el respeto a esos nuevos desafíos, pero sobre todo a ustedes. Porque la credibilidad de un medio también se basa en la constancia. No se puede informar con seriedad a medias. No se puede hacer periodismo responsable solo de vez en cuando.

Por eso tomé la decisión de ponerle un punto final –o quizá, quién sabe, un punto y aparte– a esta etapa. Durante los próximos días, ReconquistaSF.com.ar dejará de actualizarse. La página permanecerá un tiempo en línea, como un archivo de estos años de historias compartidas. Un testimonio de cuánto sucede en una comunidad cuando alguien decide mirar con atención y contarlo.

Si me preguntan qué voy a extrañar más, la lista es larga. Voy a extrañar cada mensaje que llegaba con un dato, una pista, una inquietud ciudadana. Voy a extrañar a los vecinos que se acercaban a la redacción –modesta, a veces improvisada entre un escritorio, un teléfono y una notebook– con la convicción de que aquí serían escuchados. Voy a extrañar esa adrenalina de saber que en cualquier momento podía aparecer una primicia y que la rapidez debía convivir con la precisión. Voy a extrañar la calidez de quienes agradecían una nota bien escrita, un enfoque distinto, una cobertura que iluminaba un costado menos evidente de la realidad.

Voy a extrañar también el esfuerzo. Sí, aunque suene paradójico. Porque todo emprendimiento que nace del corazón implica sacrificios que luego, en perspectiva, se revelan como la savia que le dio sentido a cada logro. Las horas de sueño perdidas, los fines de semana con la computadora encendida mientras otros descansaban, los momentos familiares a los que llegué con la mente ocupada por un tema urgente. Hoy comprendo que valió la pena.

Y por supuesto que voy a extrañar esta complicidad silenciosa con ustedes, lectoras y lectores que nunca conocí en persona pero que sentí cerca cada día. Muchos de ustedes me escribían correos que empezaban con la frase “solo quería agradecerte”. Hoy soy yo quien siente la necesidad de agradecerles a cada uno de ustedes. Gracias por estar, por apoyar, por compartir los artículos, por hacer de ReconquistaSF.com.ar un medio vivo, con identidad propia. Gracias por sus críticas –porque también hubo críticas, y fueron necesarias–, gracias por señalar nuestros errores con respeto, por exigir siempre un estándar alto. Eso nos hizo mejores.

Quiero hacer también un agradecimiento muy especial a mi familia. A quienes compartieron conmigo cada jornada interminable y cada desvelo. A quienes supieron comprender que muchas veces debía interrumpir una comida, una conversación, un momento de descanso, porque la urgencia de la noticia lo reclamaba. A quienes me apoyaron cuando el cansancio era grande y la motivación flaqueaba. A ellos, que me sostuvieron con paciencia y cariño, les debo más de lo que puedo expresar en palabras. Sin su apoyo incondicional, este proyecto jamás habría sido posible. Hoy, además, siento que es tiempo de devolverles ese tiempo que tantas veces les quité y dedicarles la atención que merecen y que mi corazón necesita brindarles.

No quiero que esta carta suene a despedida definitiva. A veces la vida da giros que uno no imagina. Tal vez, en algún momento, este proyecto vuelva a encenderse. Tal vez la coyuntura, las ganas o una conjunción de azares me permitan reabrir esta ventana que hoy cierro. No lo sé. Lo que sí sé es que el periodismo siempre será parte de mí. Y que si alguna vez retorno a este oficio con la intensidad que requiere, ustedes volverán a ser protagonistas.

Mientras tanto, me llevo los recuerdos de cada cobertura, de cada jornada interminable que concluía con la satisfacción del deber cumplido. Me llevo también la certeza de que nada de todo esto hubiera sido posible sin la comunidad que nos sostuvo. Sin ustedes, nada habría tenido sentido.

A quienes en estos días me preguntan qué será de mi vida, solo puedo decir que seguiré trabajando, soñando y creando. Tengo la fortuna de tener nuevos proyectos que me ilusionan y me desafían. Proyectos que requerirán la misma entrega con la que alguna vez decidí que Reconquista merecía un medio que contara su pulso cotidiano con independencia y calidad.

A quienes hoy sienten que esta noticia les deja un vacío informativo, les digo que no es un adiós para siempre. Quizá este sea solo un alto en el camino. Mientras tanto, hay muchos periodistas y medios en nuestra región que también merecen apoyo y lectura. La pluralidad es siempre la mejor garantía de que la información conserve su dignidad.

Me despido con un abrazo sincero. Me despido con gratitud. Me despido con la emoción de quien sabe que nada de lo que vale la pena se construye en soledad. Este proyecto fue posible gracias al compromiso de colaboradores, colegas, fuentes y, por sobre todo, de ustedes y de mi familia. Ojalá en algún tiempo volvamos a encontrarnos. Si algún día ReconquistaSF.com.ar regresa, será porque otra vez el deseo de contar supere cualquier obstáculo. Y si eso ocurre, será un honor volver a compartir este espacio con ustedes.

Hasta entonces, sepan que todo lo hecho quedó sembrado en esta comunidad, en cada lector que alguna vez hizo click en una nota y la llevó a su mesa, a su conversación, a su conciencia.

Con afecto y gratitud infinita,

Leonardo Rolón

ReconquistaSF.com.ar