Las firmas BLD, Agro Giorgi, Bollatti, Bessone y Corredora Pampeana presentaron cautelares en los tribunales para exigir que la firma nacida en Avellaneda pague las deudas.
Febrero amenaza con ser un mes clave en la historia de Vicentín. Después de la feria judicial, la empresa nacida hace 90 años en Avellaneda prevé que empiecen a presentarse en la justicia pedidos de quiebra contra la compañía cerealera, que desde el 4 de diciembre pasado entró en cesación de pagos y acarrea una deuda superior a los 1000 millones de dólares.
Por ahora son cuatro empresas las que presentaron cautelares en la justicia de Rosario para exigir el pago de sus deudas. Son tres firmas de Las Parejas, como Agro Giorgi, Bollatti y Bessone, y la empresa rosarina BLD, que estuvo en la misma situación que Vicentín, a la que le reclama una deuda millonaria.
Este grupo de correacopios decidieron ir por el camino judicial, luego de que Vicentín hiciera circular la semana pasada entre sus acreedores una propuesta económica. Las miradas de los operadores del mercado están puestas en este lote de firmas porque si van más allá, como se prevé, y piden la quiebra de Vicentín la situación podría complicarse ante una transferencia accionaria a Glencore, uno de los socios de Vicentín, en la planta de Renova.
“BLD está llevando adelante las medidas legales que cree conveniente para cobrar el laudo a su favor que tiene en la Cámara Arbitral de Cereales de Rosario”, señaló a Aire de Santa Fe un directivo de la corredora.
Hace dos semanas, ese fuero de la Bolsa de Comercio de Rosario falló a favor de BLD en el reclamo a Vicentín por 18 millones de pesos. La Cámara Arbitral abrió un plazo para que Vicentín presentara una oferta, pero esa instancia no se dio. Agotada instancia, en la que la Bolsa de Comercio debía suspender a Vicentín, la firma ubicada en Nortlink decidió ir a la Justicia, junto con otras empresas de la región.
La quinta empresa que va por el mismo camino que BLD es la compañía Corredora Pampeana, que tiene la sede central en el centro de Rosario y sucursales en por lo menos tres provincias. Esta empresa tiene una acreencia de unos 10 millones de dólares y decidió emprender el camino judicial después de agotar la instancia institucional de la Bolsa de Comercio, según señaló Punto Biz.
Lo que une a estas empresas es el espanto a la propuesta que hizo Vicentín la semana pasada.
El borrador que envió la empresa santafesina a los productores apunta a lograr un acuerdo por la deuda comercial. Fuentes cercanas a la empresa señalaron que hay unos 1200 acreedores que tienen acreencias por debajo de los 30.000 dólares, con lo cual el lote más importante –según remarcaron– se plegaría al acuerdo extrajudicial.
El problema mayor es con las firmas que están por arriba de ese monto. Con ese grupo, que sumarían unos 200, el panorama es totalmente diferente. Ese lote de empresas es el que prepara los reclamos por la vía judicial.
A ese tipo de clientes, que representan la mayoría del volumen del rojo, Vicentín les ofrece pagar un 20 por ciento de la deuda al contado, dolarizada y sin quita, y el resto a saldar en ocho años. Aquellos que le vuelvan a vender granos a esta firma que surgió hace 90 años en el norte de Santa Fe tendrán como incentivo que podrán recibir pagos adelantados, a cuenta, por hasta un 16,6% por año, lo que implica que en 6 años podrían recuperar toda la deuda.
Esta estrategia responde a evitar que gane la desconfianza hacia una empresa en cesación de pagos y que los propios clientes de la empresa definan vender granos a otras compañías más sólidas del sector.
Un egipcio perdido en la neblina
El fin de semana pasado apareció en un medio rosarino una propuesta del egipcio Ibrahim Khalifa, vicepresidente de Burhan International Group, quien aseguró que cuenta con la espalda financiera necesaria para absorber el 100% de la firma santafesina, con todo incluido, desde el sector agroindustrial hasta las plantas frigoríficas y lácteas de Vicentín.
Khalifa es un personaje extraño en el mundo de las finanzas, según la mirada de varios empresarios del sector agroindustrial. Desde hace más de un año aparece en los medios con propuestas de proyectos de inversión millonarios. Pero según pudo saber Aire de Santa Fe el grupo egipcio Burhan sólo tiene una oficina comercial en la Argentina y ningún activo. Incluso, en los registros oficiales Burhan International Group Latin América no cuenta con empleados registrados, deuda bancaria ni movimientos societarios.
La propuesta de Khalifa es quedarse con Vicentín sin poner una sola moneda. Su única oferta es saldar las deudas con un plan de pagos que tampoco parece demasiado conveniente para sus acreedores porque habla de plazos que van desde los dos a los tres años y medio.
En la city rosarina olfatearon que detrás de Khalifa podría haber un empresario santafesino que tiró la caña para ver si pescaba.
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