Nuevamente los sectores opositores al gobierno nacional convocan a una manifestación que comenzará en el Monumento de la ciudad de Avellaneda.
Mientras las autoridades de las ciudades de Reconquista y Avellaneda debaten si se vuelve atrás con actividades y horarios para frenar el brote de coronavirus que afecta a la ciudad, los sectores opositores al gobierno nacional convocan a una nueva manifestación que se realizará este martes partiendo desde Avellaneda para luego ir a Reconquista.
“Estamos en un momento sanitario difícil y somos conscientes que hay que cuidarse. Pero estamos en un momento económico y político tan o más difícil”, remarcó Juan Capozzolo arengando a la gente a manifestarse pese a todo, generando incluso controversias entre los organizadores de la marcha que pidieron prudencia en esta oportunidad por el aumento de casos de coronavirus.
“Falló la política sanitaria porque la usaron para distraernos y cometer tropelías políticas y torpezas económicas”, agregá el ruralista.
“En cada uno está si concurrir el 12 o no, en cada uno pensar si el riesgo es mayor al deber ciudadano de defendernos de tamaña agresión”, marca reconociendo la crisis interna que viven hoy los organizadores de las marchas anticuarentena de Avellaneda y Reconquista.
“No parar en semáforos”
Los organizadores enviaron el mapa del recorrido al grupo de Whatsapp donde está la mayoría de los hombres fuertes de Cambiemos y en ese mapa se pide a los manifestantes violar la norma de tránsito y “no parar en semáforos” mientras avanzan con la caravana.ç
En esta oportunidad el recorrido será más extenso y comenzará en el Monumento de Avellaneda recorrerán la Ruta Nacional Nº 11 hasta la rotonda de acceso sur a Reconquista y luego ingresarán al centro de Reconquista pero casi no tendrán movilización por las calles de Avellaneda.
Al ritmo que llevamos, en dos semanas, a fin de mes, Argentina habrá superado a Suecia y a Brasil, en muertos por millón de habitantes, según las dudosas estadísticas oficiales de Covid-19, y tendrá unas 45 veces más muertos por millón de habitantes que Uruguay, y unas 180 veces más que China.
Y todos esos son países que tienen 5G y o no hicieron cuarentena, o la hicieron más suave o más corta.
Con el Covid-19, en 7 meses, Alberto Fernández habrá matado más gente y causado más daño que la última dictadura militar en 7 años. Fernández demostró que 7 meses de cuarentena, barbijo y alcohol en gel equivalen a tener 5G.
Covid-19 no es contagioso, no es causado por un virus, sino por contaminación química y electromagnética. Todas las medidas contra él (barbijo, alcohol en gel, cuarentena, etc.) lo causan y/o lo agravan. El test defectuoso da positivo al azar. El 80% de positivos asintomáticos son falsos positivos.
No es un virus, no es contagioso, y las medidas contra él están enfermando y matando a la gente, deliberadamente. El virus sólo existe en el test.
Para parar la pandemia sólo hay que dejar de testear, dejar de falsificar certificados de defunción, y dejar de enfermar a la gente con barbijo, desinfectantes tóxicos, propaganda estresante y restricciones.
Esta información no saldrá por los medios de comunicación, sólo nosotros podemos difundirla, boca a boca.
Ni un segundo más de atención a los medios masivos, que tratan de matarnos. Ni un centavo más al criminal sistema de salud ni a la medicina alopática convencional. Ni tampoco al gobierno. Es suicida sostener pagando impuestos a un gobierno que no responde al pueblo, sino a un poder tecnocrático global eugenista y genocida, que por lo que al principio era sólo una gripe más canceló todos nuestros derechos constitucionales básicos, a la vida, a la salud, a la libertad, a trabajar, a estudiar, a viajar, a reunirse, a profesar una religión, etcétera, y luego la agravó hasta convertirla en un desastre sanitario y económico.
Sin derechos no hay deberes. El gobierno rescindió unilateralmente la Constitución, así que cualquier autoridad que de ella emanaba es ahora nula. Esta Infectadura es una tiranía, una dictadura global, y es ilegítima. Nadie votó a Pedro Cahn y sus infectólogos, que son los únicos con los que nuestro dialoguista presidente Alberto Fernández realmente dialoga.
Nunca más un gobierno. O por lo menos no uno que no trabaja para nosotros, pero sí contra nosotros. No nos deja vivir, ni cumple cabalmente con sus funciones básicas. Educación, salud, justicia y seguridad funcionan a media máquina, si acaso tanto, pero la máquina asesina del covid-19 funciona a full. Trata de arruinarnos, enfermarnos y matarnos. No sigamos financiando nuestra propia destrucción pagando impuestos y multas.
Nunca más escuchar medios de comunicación al servicio de la mentira y de la muerte que constantemente nos adoctrinan en esta secta satánica suicida y genocida del covid-19.
Medios, médicos y funcionarios que dicen que hay una pandemia, causada por un peligroso virus, tratan de matarnos, a sabiendas o no. Hacerles caso no sólo es suicida, también es colaborar con este genocidio que trata de eliminar al 95% de la población mundial, con la vacuna y la 5G.
“El esfuerzo valió la pena”, nos dicen. Sí, para ellos, porque enfermaron tanto a la gente que la curva no para de crecer. “Vamos a salir”, nos dicen. Sí, por la chimenea, como en Auschwitz.
Creer en la existencia del virus es pertenecer a esta secta Covidiana, y la élite globalista detrás de ella es la misma detrás de los Nazis, del Sionismo y de la secta de los Estranguladores (o Thugs), adoradores de la diosa hindú de la muerte, Kali, que matan por asfixia (con 5G ahora) para no derramar la sangre (y su prana, o energía), consagrada a su diosa.
Si a esto no lo paramos nosotros ahora, dejando de acatar órdenes autodestructivas, va a empeorar.
Luego de la segunda ola, mucho más grave, a mediados de 2021 vendrán los campos de concentración y exterminio, y las fuerzas armadas desplegadas en las calles. Luego, en el segundo semestre de 2021 vendrá el Gran Reinicio (o Great Reset). Todas nuestras deudas serán perdonadas, pero a cambio perderemos todas nuestras posesiones (se abolirá la propiedad privada, todos dependerán del Estado), y se nos exigirá ponernos la vacuna. Los sobrevivientes vivirán en una sociedad como la de Los Juegos del Hambre, y como la de 1984, de George Orwell, todos vigilados, todos restringidos.
No contraigan deudas de ningún tipo. No reconozco ninguna deuda contraída a mi nombre por ningún gobierno, ya que todas las elecciones desde 1983 han sido manipuladas y fraudulentas, y/o el poder delegado por el pueblo ha sido inconsultamente transferido a tecnócratas no electos.