La empresa Glencore, que en Argentina aparece como Viterra intentando ocultar su oscuro pasado, reconoció ser culpable de casos de corrupción en Estados Unidos, Reino Unido y Brasil y pagó 1.500 millones de dólares en multas.
Glencore, socia de la concursada Vicentin SAIC en Renova, anunció que aceptó abonar una cifra de hasta 1500 millones de dólares al declararse culpable de casos de corrupción en EE.UU., Reino Unido y Brasil.
En EE.UU. Glencore, cuya sede central se encuentra en Suiza, aceptó pagar multas de 700,7 millones de dólares para resolver investigaciones de sobornos y de 485,6 millones para cancelar investigaciones relativas a manipulación de mercado realizadas por el Departamento de Justicia y el organismo encargado de administrar los mercados de futuros y opciones (Commodity Futures Trading Commission ó CFTC).
Glencore también acordó pagar 39,5 millones de dólares a partir una resolución firmada con la Oficina del Fiscal Federal de Brasil en relación con una investigación sobre sobornos que surgió en la causa “Lava Jato” durante la gestión del presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
Como algunas de las investigaciones siguen en curso, especialmente en el Reino Unido, la compañía informó que no espera que el monto total de multas supere los 1500 millones de dólares.
Las investigaciones están relacionadas fundamentalmente con el sector energético, que es el negocio central de Glencore, junto con el minero. Si bien en la Argentina la empresa es conocida por su actividad agroindustrial, se trata de un rubro minoritario para el grupo suizo, el cual es gestionado a través de su subsidiaria Viterra.
Glencore indicó que “cooperó con estas investigaciones” en los tres países y que actualmente cuenta con “un directorio y un equipo de administración renovados, que se dedican a fomentar una cultura de integridad, responsabilidad y transparencia”.
En la Argentina, a través de su controlada Oleaginosa Moreno, Viterra fue en 2021 el mayor exportador de productos oleaginosos con embarques por 8,57 millones de toneladas de aceite y pellets de girasol y harina, pellets y aceite de soja, según datos oficiales.
Oleaginosa Moreno es actualmente accionista controlante de la fábrica aceitera Renova, localizada en Timbúes, Santa Fe, mientras que la concursada Vicentin es accionista minoritaria de la misma.
El vínculo con Vicentin
De acuerdo a la propia historia oficial de Vicentin, los negocios con Glencore comienzan a través de la empresa Omhsa, controlada por la multinacional, en la construcción de Renova, en Timbúes, sur de Santa Fe, en el año 2007. Juntas Glencore y Vicentin “inauguran la planta más grande de biodiesel con capacidad de producción de 240.000 toneladas por año”.
El 20 de julio de 2020, los integrantes de la Comisión de Seguimieno del Caso Vicentin en la Cámara de Diputadas y Diputados de la provincia de Santa Fe recibieron una carta del señor Matthew Weber, consejero general del grupo Glencore, diciendo que por sus acuerdos de confidencialidad no podía brindar información sobre la compra de acciones de Renova al grupo Vicentin. Hoy, esa supuesta compra, horas antes de la cesación de pagos, está siendo investigada por la justicia argentina.
Glencore ya era conocida por cientos de familias de Fray Luis Beltrán porque decidió el cierre de la ex Sulfacid, por entonces Ar Zinc, en el año 2016, dejando un pasivo social, contaminante y económico muy duro para la ciudad y la provincia.
Lorenzini no podría convalidar un acuerdo entre Vicentin y sus acreedores
La empresa Vicentin parece estar muy cerca de lograr el tan ansiado acuerdo con sus acreedores. Ya logró la mayoría de los acreedores individuales pero aún no logra convencer a los bancos que tienen el grueso de las deudas que hoy tiene la empresa concursada.
En este sentido todo indica que el acuerdo podría llegar en algún momento y finalmente dar por cerrado el caso para la empresa y para el Juez Fabián Lorenzini que viene haciendo malabares para evitar la declaración de quiebra desde el primer día.
Pero esta semana una carta de la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia reveló que el juez Fabián Lorenzini tendrá un serio problema si decide dar por aprobado el acuerdo entre la empresa Vicentin y los acreedores.
Este organismo le aclaró a Lorenzini que es obligación “notificar” la operación de compra de Vicentin por parte de ACA, Viterra y Bunge y alerta sobre la concentración del mercado de granos. Pero otro de los párrafos de la nota es algo que pasó casi desapercibido por la mayoría de los medios. Es que Defensa de la Competencia le recuerda a Lorenzini “la existencia de cautelares” por las que se prohíben las ventas de activos de la empresa Vicentin. Esto no es más que marcarle a Lorenzini que no podrá firmar el acuerdo porque los pagos que ofrece la empresa Vicentin están atados a la venta de sus acciones en Renova, algo que no podría hacer la empresa en esta circunstancia.
En diciembre de 2020 el jue penal Rosario Hernán Postma resolvió que se prohiba el cambio de propiedades de las acciones donde la empresa Vicentin SAIC tenga participación. Allí incluyen a Renova, Friar, Oleaginosa San Lorenzo y Algodonera Avellaneda, entre otras.
Además este juez ordenó la “prohibición de desprenderse de activos de las empresas donde Vicentin SAIC tenga participación”, que representa a una veintena de firmas que integran el grupo Vicentin.
Además este año la medida cautelar que decretí la interdicción para inmovilizar activos fue ratificada en la Cámara Penal de Apelaciones quedando firme así la prohibición. Esto se vuelve un dolor de cabeza para Vicentin y es una de las principales causas que obligaron a Lorenzini a estirar los plazos para no declarar la quiebra, algo que muchos entienden debería haber hecho hace tiempo.
El Juez Civil y Comercial de Reconquista no puede homologar una propuesta concursal que es “inejecutable” y dar vuelta la decisión de la Cámara Penal de Rosario podría llevar mucho tiempo, incluso años, y el período de exclusividad termina el 30 de junio (si es que Lorenzini no vuelve a estirar los plazos).
En términos jurídicos el juez no puede generar una “homologación en suspenso” y esto es lo que Defensa de la Competencia reveló en su carta y que pocos pudieron leer entre líneas, a excepción de algunos expertos y entendemos también Lorenzini.
¿Podría la Corte Suprema quitarle el caso Vicentin a Lorenzini?
a Clementina S.A. que es uno de los acreedores de Vicentin en su momento solicito la recusación del Magistrado local por considerar que debe ser un tribunal de Rosario el que lleve el Concurso ya que la gran mayoría de los negocios y unidades fabriles de la Concursada se encuentran en el sur provincial.
En su oportunidad el Juez Lorenzini rechazo la misma, la cual fue confirmada por fallo de la Cámara de Apelaciones de Reconquista y posteriormente por la Corte Santafesina.
No obstante, la acreedora de Vicentin interpuso Recurso de Queja Directa ante el Máximo Tribunal del país (CSJN) quien deberá resolver el pedido efectuado.
Es por eso que en estos momentos el expediente está circulando en las manos de los cuatro Cortesanos (Rosatti, Lorenzetti, Maqueda y Rosenkrantz) quienes deberán decidir si el Juez Lorenzini continúa en la causa o si la misma se deriva a algún tribunal de Rosario como pretende la acreedora.
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