Las dificultades que enfrenta Silvina Batakis para bajar el déficit

“Nosotros tenemos que asumir la falta de recursos que sufre gran parte de los argentinos”, podría resumir el mensaje que desde el Palacio de Hacienda se trata de trasmitir al gabinete.

Silvina Batakis no utilizó eufemismos para advertir a sus pares de gabinete, a los gobernadores e intendentes que se vienen tiempos de “suma austeridad”. En lenguaje llano, la ministra ocupa gran parte de su tiempo en alertar al Gobierno sobre la situación de las cuentas públicas.

“Nosotros tenemos que asumir la falta de recursos que sufre gran parte de los argentinos”, podría resumir el mensaje que desde el Palacio de Hacienda se trata de trasmitir al gabinete. Mensaje que choca con un Gobierno que está convencido de que ha hecho las cosas bien y que los problemas son consecuencia de la “la pandemia –ya superada- y la Guerra con Ucrania”.

Las medidas que intenta implementar en materia fiscal incluyen que “tendrán que vivir con lo que ya tienen”, es decir, Hacienda no autorizará ningún gasto que esté fuera del presupuesto asignado. “Se administrará la escasez dando prioridad a todo aquello que no paralice la gestión”, señalan en Economía.

Intentan, además, lograr empatía con la sociedad con medidas como la decisión de limitar al mínimo los viajes de funcionarios al exterior. No se autorizarán “grandes comitivas” como así tampoco permanencias prolongadas. “El viaje al exterior que realmente sea necesario, porque implica la representación de Argentina, será autorizado”, pero “se acabaron las estadías prolongadas, comitivas excesivas y participaciones sin mayor relevancia”.

Sorpresa

Comentan en los pasillos del ministerio de Economía que la ministra se asombró por los gastos en dólares que implicaba cada desplazamiento de Martín Guzmán. “Lo acompañaban a veces más de 10 personas en cada comitiva, se quedaban varios días y muchos de ellos percibían viáticos diarios superiores a los 500 dólares”, precisan. Los gastos excesivos del exministro también se registraban, afirman, dentro del país, “con pagos de aviones privados, almuerzos y cenas”.

Los datos de la Tesorería de junio, último mes de la gestión de Guzmán, muestran que en ese período se intentó una cierta contención de las erogaciones. Según el especialista Nadin Argañaraz, durante el mes pasado el gasto primario creció en términos reales solamente un 1% respecto a junio de 2021. “Guzmán se sentó sobre la caja y dejó de pagar, como sucedió con los censistas que trabajaron para el INDEC”, comentan fuentes oficiales.

De todas formas, el semestre finalizó con un gasto primario que creció un 11,4% real e intereses de la deuda que aumentaron 5,5% real, con lo que el gasto total subió un 10,9%. Los ingresos totales, por su parte, crecieron un 5,1% real. De este modo, el déficit primario en términos del PIB alcanzó el 1,03% con la particularidad que cada mes de 2022 el resultado primario desmejoró respecto a 2021.

Fuentes del Palacio de Hacienda también afirman que el 2,5% de déficit primario para el año acordado por el país con el Fondo Monetario Internacional, en realidad fue un límite que estableció el exministro Guzmán y que existe margen para subir el desequilibrio a 2,9%.

Dado que el FMI está comprometido en que el programa aplicado en la Argentina no descarrille, en el Ministerio de Economía se especula con que se podría llegar a lograr una ampliación del déficit que torne más manejable la situación fiscal dada la dificulta de cumplir con la meta estipulada.

A tono con el pedido de Batakis, se espera que en los próximos días el Gobierno oficialice el impedimento de nuevas contrataciones de empleados en la planta de la administración pública nacional, organismos descentralizados y empresas del Estado.

De todas formas, los especialistas señalan que se necesitan más medidas de austeridad por parte del Poder Ejecutivo para cumplir con las directivas de la ministra.

Mientras tanto, también parecen presentarse diferencias en la forma de financiar el déficit. Según ha trascendido, el Banco Central no estaría dispuesto a subir la tasa de interés, de donde sería el Tesoro el que debería asumir mayores costos para hacer frente a su financiamiento.