Lorenzini sigue estirando plazos y ahora meterá dos nuevos veedores

El Juez Civil y Comercial Fabián Lorenzini trabaja a tiempo completo estirando todos los plazos posibles en medio de un concurso que ya cuenta con serias irregularidades, incluso marcadas por otros magistrados como el caso del Juez Federal Aldo Alurralde, que antes de la decisión final de Alberto Fernández de abandonar el salvataje fue contundente contra el juez provincial y su resolución en la medida autosatisfactiva.

Ahora Lorenzini ordenó designar dos veedores controladores por 60 días (prorrogable), en virtud de la complejidad que entiende que significa el Concurso de Vicentín SAIC.

Es de entender que si el propio Juez decide incluir a nuevos veedores por 60 días no habrá resolución de fondo hasta ese momento y el hecho de que él mismo decida que sean plazos prorrogables hace pensar también que ni siquiera puede garantizar que en ese tiempo haya una opinión final.

De alguna manera Lorenzini con esta resolución admite que no está lo suficientemente preparado para tomar decisiones de fondo y agrega nuevas opiniones que lo asesoren para tomar decisiones y compartir la presión que eso representa.

En la resolución le ordena al Comité Provisorio de Control (que lo integran los mayores acreedores: Banco Nación, ACA, IFC, FMO y los dos representantes de los trabajadores) para que dentro de tres días designen a dos profesionales idóneos, debiendo por lo menos uno ser Licenciado en Economía, y en lo posible que tenga experiencia en el rubro agrocomercial.

Los veedores deberán informar periódicamente al Juez lo relacionado a la situación patrimonial de la empresa.

Finalmente el juez decide que el trabajo de los profesionales será de aproximadamente $90.000 por mes.

Fallo completo

Críticas de Alberto Fernández

Vale recordar que el Juez Fabián Lorenzini impidió la intervención de la empresa por 60 días y metió varias trabas al gobierno nacional para hacerse temporariamente del control de la empresa hace dos meses reponiendo a los directivos.

Esta decisión fue duramente criticada por el Presidente de la Nación, Alberto Fernández, que lo hizo responsable, junto a los accionistas de Vicentín, sobre el futuro que pueda tener la empresa sin el acompañamiento del Estado.