Partidarios de Muqtada Al Sadr ondeaban banderas iraquíes e imágenes del líder chiita dentro del edificio. En tanto, miles de personas protestaban afuera, en medio de una profunda crisis política.
Los partidarios del líder chiita Muqtada Al Sadr asaltaron este sábado el Parlamento iraquí, donde pretenden quedarse hasta una nueva orden, tras entrar por segunda vez en pocos días en la protegida zona verde de Bagdad, obligando a la suspensión de las sesiones hasta nuevo aviso y profundizando la crisis política que sacude a Irak desde las elecciones de octubre.
Los manifestantes, que rechazan la candidatura de Mohamed Chia al Sudani para el puesto de primer ministro, ondeaban banderas iraquíes e imágenes de Al Sadr dentro del edificio, mientras que miles de personas protestaban afuera, constató la agencia de noticias AFP. En el hemiciclo, se paseaban haciendo la señal de victoria y tomándose selfies.
Según un comunicado de la corriente sadrista, los asaltantes harán una “sentada” que durará “hasta nueva orden”.
Tirados en la alfombra de los pasillos y apoyados en las columnas, algunos manifestantes mataban el tiempo con sus celulares, mientras que otros se abanicaban con trozos de cartón.
El presidente del Parlamento, Mohamed al Halbusi, pidió a los servicios de seguridad del hemiciclo que se abstengan de usar la violencia contra los partidarios de Al Sadr y que no lleven armas, según la agencia de noticias iraquí INA.
Además, anunció la suspensión de todas las sesiones hasta nuevo aviso.
Al Halbusi llamó al Gobierno a proteger las instituciones estatales y a los partidos políticos a entablar un diálogo pacífico.
A las llamadas a la calma de las últimas horas se sumó la Liga Árabe, cuyo secretario general, Ahmed Aboul Gheit, pidió a todas las fuerzas iraquíes que desactiven la tensión reinante.
El vocero del secretario general, Jamal Rushdie, declaró que su superior “está siguiendo de cerca el curso de la crisis actual en Irak, y que une su voz con la de los sabios líderes iraquíes para que todos asuman responsabilidad, que todas las partes actúen con prudencia y antepongan el interés de Irak por encima de todo”, informó la agencia oficial de noticias iraquí INA.
Por su parte, la misión de Naciones Unidas en Irak hizo un llamado a la “razón y a la sabiduría” para “prevenir más violencia” en beneficio de todos los iraquíes, según recogió la agencia de noticias Europa Press.
Los simpatizantes de Al Sadr se congregaron en el centro de Bagdad para denunciar la candidatura al puesto de primer ministro de Al Sudani, considerado cercano al exjefe de Gobierno Nuri al-Maliki.
Anticipándose a la protesta, las fuerzas del orden cerraron varias rutas importantes de la capital que conducen a la zona verde, donde se hallan las instituciones gubernamentales y embajadas y lanzaron gases lacrimógenos y agua desde camiones hidrantes, sin lograr impedir que los manifestantes accedieran a las instalaciones.
El miércoles, miles de manifestantes sadristas asaltaron el distrito y ocuparon brevemente el Parlamento para rechazar la candidatura de Sudani, un exministro y exgobernador provincial de 52 años.
Se trata del candidato del Marco de Coordinación, una alianza de facciones chiitas proiraníes que incluye al partido del ex primer ministro Al-Maliki y a representantes de los Hashd al-Shaabi, antiguos paramilitares integrados en las fuerzas regulares.
En junio, 73 diputados de la corriente del líder chiita, el mayor bloque en el Parlamento de Irak entre los 329 legisladores, presentaron su dimisión, para presionar en la formación de un gobierno, estancado desde las legislativas de 2021.
En un comunicado publicado este sábado, el Marco de Coordinación criticó los “ataques a las instituciones constitucionales” tras las incursiones en el Parlamento.
Asimismo, la coalición llamó a “las masas populares (…) a manifestarse de manera pacífica para defender el Estado y su legitimidad”.
“Seguir con la escalada política aumenta las tensiones en la calle”, lamentó el actual primer ministro Mustafa al-Kazimi, en un comunicado.
Al menos 100 manifestantes y 25 miembros de las fuerzas del orden resultaron heridos por las nuevas protestas, informó el Ministerio de Salud.
Irak es un país multiconfesional en el que las mismas figuras dominan la vida pública desde 2003, cuando cayó el presidente Saddam Hussein.
El estancamiento político es total diez meses después de las elecciones legislativas de octubre de 2021. Desde entonces, las negociaciones para formar gobierno y nombrar primer ministro siguen sin avanzar.
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