Martín Becerra: “La libertad de expresión no es un derecho absoluto”

El reconocido profesor e investigador del CONICET habló en Cuarto Intermedio sobre las Fake News en épocas de campañas electorales y la libertad de expresión.

Martín Becerra abordó el tema de las fake news y cómo estas se intensifican en las campañas electorales: “Las campañas electorales son espacios de mucha circulación tanto de propuestas como críticas y agresiones. Es inherente a toda campaña electoral cierto nivel de acusación, de polémicas cruzadas”.

“En ese sentido, las campañas electorales son espacios donde es importante estar alerta para evitar que haya campañas de desinformación organizadas que pongan en riesgo la posibilidad de que alguna parte del electorado acuda a emitir su voto o que se desnaturalice por completo el perfil o las propuestas de algunas fuerzas políticas que compiten en las campañas”, especificó.

En el caso de Argentina, “desde hace un par de elecciones, la Cámara Nacional Electoral junto a las plataformas sociales -Facebook, Twitter, Google- y las fuerzas políticas que compiten en cada elección firman un acuerdo que en general se respeta bastante”, en comparación con otros países citando el ejemplo de Brasil.

“En la campaña electoral que derivó en el plebiscito que ganó Bolsonaro en Brasil contra Fernando Haddad, el candidato del PT, donde la circulación de campaña sucia fue tan alto que motivó que Facebook a partir de esa experiencia brasileña limitara la cantidad de reenvíos que uno puede hacer en el servicio de mensajería de WhatsApp”, explicó Becerra.

“En la viralización, que es la masificación veloz de eventualmente piezas de desinformación, intervienen personas pero también hay un proceso de automatización que hace que todavía sea más acelerada la viralización”, como es el caso de las granjas de teléfonos móviles conectados que están programados para darle reenvío a ciertos contenidos.

Para el investigador del CONICET, “según la posición política que uno tenga va a hacer lecturas también distintas”, sobre el caso anteriormente mencionado. “Desde mi punto de vista, es difícil que el PT haya perdido esa elección sólo por la campaña de desinformación y fake news. Es decir, creo que ahí hay otros condimentos que van más allá de la campaña sucia. Pero la campaña sucia existió y efectivamente el PT algún tipo de efecto debió haber tenido”, expuso.

También se refirió a las campañas de desinformación relacionadas a temas de salud: “Mucho peor porque involucra vidas es por ejemplo la circulación de campañas de desinformación sobre temas como covid, la pandemia, vacunas”. “Cuando en redes sociales digitales o en la TV abierta alguien dice que tomando dióxido de cloro podés zafar del contagio de coronavirus ahí hay un problema que efectivamente compromete la vida de personas. Ahí hay una cuestión mucho más sensible”, remarcó.

En cuanto al límite de la libertad de expresión, explicó que “la libertad de expresión no es un derecho absoluto, cuando se compromete la vida de terceros hay un motivo legítimo para restringir la libertad de expresión en la medida que se compruebe que se está poniendo en riesgo la vida de terceros”.

“Hay límites que muchos países democráticos han establecido respecto de contenidos racistas, discriminatorios, pedófilos. En Estados Unidos está penado la difusión de contenidos sobre la intimidad o abuso de menores; ese es un límite legítimo a la libertad de expresión”, agregó.

Respecto a un posible marco regulatorio que controle las libertades de expresión y las campañas de desinformación, Becerra opinó: “Es muy peligroso delegar esta decisión que es muy sensible para la convivencia de cualquier sociedad democrática en una persona, en dos personas, por más iluminadas que sean; esto no lo pueden decidir los ejecutivos de Facebook, Google, o Twitter. Esto es un tema de neta involucramiento de los dispositivos democráticos, y esos dispositivos son el Congreso de la Nación, el Poder Judicial, el Poder Ejecutivo, es decir, representantes de la sociedad”.