En la entrevista realizada por La Grieta a Leandro “Pequi” Monzón, titular del Sindicato de Aceiteros, se abordaron varios temas de actualidad que afectan al gremio, en un contexto marcado por la incertidumbre económica de Vicentín y la reciente celebración del Día de los Aceiteros, que tuvo lugar ayer, 29 de octubre. A pesar de la crisis, el evento fue un momento importante de unión para los trabajadores, organizado en el camping del sindicato, recientemente refaccionado.
La celebración del Día de los Aceiteros
El 29 de octubre, los trabajadores aceiteros de Reconquista y Avellaneda celebraron su día en un ambiente de camaradería. El evento fue organizado en el camping del sindicato, ubicado en la antigua cancha de los aceiteros, y contó con el servicio de catering de La Perla. Este año, la celebración fue especial, ya que reunió tanto a los trabajadores de Vicentín como a los de la Unión Agrícola, una muestra de la unidad que prevalece en momentos difíciles.
Monzón expresó durante la entrevista que esta fue la segunda vez que ambas fábricas celebran juntas el Día de los Aceiteros, algo que no sucedió en mayo debido a la situación económica de las empresas. “Aprovechamos cada oportunidad para festejar, porque los tiempos de zozobra son muchos durante el año”, afirmó Monzón, destacando la importancia de estos encuentros en un contexto tan complejo.
La crisis de Vicentín: una preocupación constante
El foco de la entrevista se trasladó rápidamente a la crisis que atraviesa Vicentín, una situación que ha marcado el ánimo de los trabajadores. Monzón explicó que desde diciembre de 2019, cuando comenzó lo que describió como el “estrés financiero” de la empresa, cada fin de año ha estado cargado de incertidumbre, con anuncios de falta de pagos, problemas operativos, y dificultades para mantener los acuerdos de fasón. Este año no fue diferente: Vicentín emitió un comunicado tras la reciente resolución de la Corte Suprema de Justicia de Santa Fe, que reavivó la preocupación sobre el futuro de la compañía.
Monzón se mostró cauteloso sobre el contenido del comunicado de la empresa, en el que se mencionaba la posibilidad de un proceso preventivo de crisis. “Esto no es nuevo, la empresa hace lo mismo todos los fines de año”, afirmó Monzón, sugiriendo que Vicentín utiliza este tipo de estrategias para presionar tanto a los trabajadores como al Ministerio de Trabajo. El dirigente sindical destacó que el sindicato debe participar activamente en cualquier proceso preventivo, ya que es uno de los actores que debe firmar el acuerdo junto con la empresa y el ministerio.
El proceso preventivo de crisis y el rol del sindicato
Monzón fue enfático al señalar que el sindicato está preparado para enfrentar cualquier escenario. Contando con un equipo de asesores legales y económicos, el sindicato busca garantizar que los derechos de los trabajadores sean respetados en cualquier acuerdo que surja. “Gracias a Dios tenemos un gran grupo de asesores”, comentó Monzón, refiriéndose a la preparación del gremio para analizar la situación y presentar las objeciones necesarias ante cualquier maniobra de la empresa.
Uno de los puntos más inquietantes es la falta de transparencia de Vicentín. Monzón reveló que la empresa aún no ha presentado el balance correspondiente, algo que, en su opinión, debería haberse hecho en la reunión del 28 de agosto. Esto ha generado una mayor incertidumbre sobre la situación financiera real de la empresa y ha puesto en alerta tanto al sindicato como a los trabajadores. “Siempre sale algo en fin de año, estamos acostumbrados”, dijo Monzón.
Los rumores sobre la venta de Vicentín
Otro de los temas discutidos fue la posible venta de Vicentín. En el comunicado emitido por la empresa tras la decisión de la Corte, se dejó entrever que la compañía podría estar considerando la venta a capitales externos o a inversores locales. Sin embargo, hasta ahora no ha habido ninguna oferta concreta que haya sido presentada en el marco del concurso preventivo.
Monzón expresó sus dudas sobre esta posibilidad, pero señaló que el sindicato se mantendrá atento a cualquier movimiento. “Nosotros vamos a estar ahí para asegurarnos de que los trabajadores no sean los que paguen los platos rotos de esta crisis”, afirmó. A su vez, recordó que ya había advertido desde el inicio del estrés financiero en 2019 que esta situación afectaría a todo el grupo Vicentín, incluidas sus subsidiarias, como la Algodonera Avellaneda.
La perspectiva sindical frente al proceso preventivo
A lo largo de la entrevista, Monzón insistió en la necesidad de que el sindicato participe activamente en el proceso preventivo de crisis, si es que finalmente se presenta. Explicó que este tipo de procesos requieren la presentación de documentación detallada por parte de la empresa, lo que podría arrojar luz sobre varios aspectos que el sindicato ha venido solicitando en el concurso. “Es posible que lo que no nos han mostrado hasta ahora, lo tengamos que ver en el proceso preventivo”, afirmó.
Monzón también cuestionó la capacidad de la empresa para sectorizar el proceso preventivo, es decir, aplicar diferentes medidas para sus plantas del norte y del sur del país. A su juicio, el proceso debe abarcar a toda la empresa, ya que separar las plantas en distintas regiones sería ineficaz y poco realista.
Un cierre de año incierto
El final de la entrevista dejó claro que el panorama sigue siendo incierto para los trabajadores de Vicentín. Monzón reconoció que los empleados están acostumbrados a las noticias de última hora que llegan cada fin de año, pero esta vez la incertidumbre es mayor debido a la posibilidad de que la empresa entre en un proceso preventivo de crisis. A pesar de esto, el sindicato se mantiene firme en su postura de defender los intereses de los trabajadores y exigir transparencia por parte de la empresa.
El cierre de año para Vicentín se avecina complicado, con rumores sobre ventas, falta de balances y un proceso preventivo que podría impactar profundamente en los empleados. Sin embargo, el sindicato de aceiteros, liderado por Leandro “Pequi” Monzón, está listo para enfrentar los desafíos que vengan, con la esperanza de que, al menos esta vez, la crisis no sea tan devastadora como en años anteriores.
Monzón cerró la entrevista invitando a todos los trabajadores aceiteros y sus familias a participar de los próximos eventos organizados por el sindicato, subrayando la importancia de la unidad y el apoyo mutuo en estos tiempos difíciles.
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