Susana Haydee Fernández, de 60 años, prima hermana de la mujer asesinada, y Martín Tomé, de 31 años de edad, hijo de Susana serán imputados en la mañana de este jueves en Las Toscas. Él será imputado como “autor” y ella como “participe necesario”.
El Fiscal Norberto Ríos continuará con la causa que comenzó Juan Carlos Koguc ya que este último está de vacaciones.
Las evidencias recolectadas hasta el momento permiten al Fiscal ir por la imputación de Martín Tomé como autor penalmente responsable de dar muerte a Gladis Beatriz Altamirano, mientras que su madre, Susana Fernández, será imputada como partícipe necesaria.
Las claves de la investigación
Lo que se pudo determinar es que Martín Tomé estaba en un boliche y sale del lugar y va hasta el patio de la casa donde vivían Gladis y Susana. Gladis le dice a Susana que salga al patio con la excusa de que los perros tenían que orinar, ella trabajaba para la protectora de animales, y cuando sale ocurre el hecho.
Además a él se le encontró sangre en la mano y enviaron a realizar el ADN para determinar si es de la mujer asesinada, aunque están seguros ya que Tomé no tenía ninguna herida que pueda suponer que sea de él.
También intentarán determinar si la zapatilla de Tomé estaba manchada con sangre ya que luego del crimen Tomé vuelve al boliche pero antes se saca la zapatilla que tenía y se pone un zapato.
Golpe fatal
De acuerdo a testimonio del profesional médico actuante, la víctima presentaba un golpe maxilofacial contundente que le destrozó parte del rostro y sería la lesión que le quitó la vida, pero para asegurarse el homicida, efectuó otro golpe en el cráneo que le produjo pérdida de masa encefálica, pero a prima face, la víctima ya estaba muerta.
La policía secuestro del lugar, monedas y billetes de baja denominación de procedencia extranjera, que Gladis Beatriz Altamirano coleccionaba, también encontraron un caño de escape con manchas de sangre y pelos adheridos al mismo.
La hipótesis de la herencia
Tanto Susana Fernández y Gladis Beatriz Altamirano, se criaron con los abuelos, y fue la abuela, antes de fallecer que les dejó la vivienda con un terreno amplio, donde funcionaba una carpintería, que les dejó como herencia para las dos.
Desde hace un tiempo, la occisa contaba a sus amigas y compañeras de trabajo que su prima la quería desalojar y pretendía quedarse con el bien inmueble para ella y su hijo, Martín Tomé de 31 años de edad, que iba y venía de Buenos Aires, hace algunas semanas, estaba de regreso en la casa, en principio comentaba que vino de paseo nada más.
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